Corea del Norte anunció el domingo haber colocado en órbita un satélite mediante un cohete, cuyo lanzamiento fue condenado por la comunidad internacional, que cree que se trató de un test de un misil balístico intercontinental.

Pocas horas después del anuncio, Corea del Sur y Estados Unidos anunciaron el inicio de negociaciones para desplegar en territorio surcoreano un sistema antimisiles estadounidense THAAD, uno de los más modernos del mundo.



Misil

El Consejo de Seguridad de la ONU indicó que se reunirá este domingo de urgencia.



El lanzamiento, que ignoró las resoluciones de la ONU y las advertencias previas de las grandes potencias, tuvo lugar un mes después de que Corea del Norte procediera a su cuarto ensayo nuclear.

El cohete despegó desde la base de Dongchang-ri, en el noroeste del país, hacia las 09h00 locales (00h30 GMT).

El lanzamiento fue ordenado personalmente por el líder Kim Jong-un y «exitosamente puso en órbita nuestro satélite de observación terrestre Kwangmyong 4», informó la televisión gubernamental.

La colocación en órbita del satélite no pudo ser confirmada, pero una fuente estadounidense de defensa dijo que al parecer «hubo algo que llegó al espacio».

Corea del Norte insiste en que el lanzamiento es parte de un programa espacial exclusivamente científico.

Pero muchos países lo consideran un ensayo camuflado de un plan que busca dotar al régimen de Pyongyang de misiles intercontinentales capaces de transportar bombas atómicas hasta cualquier sitio del planeta.

Provocación

«Los programas de misiles y armas nucleares de Corea del Norte representan serias amenazas para nuestros intereses» y «la seguridad de algunos de nuestros aliados más cercanos», dijo en Washington la asesora de seguridad nacional de la Casa Blanca, Susan Rice.

En Seúl, el teniente general Thomas Vandal, comandante del Octavo Ejército de Estados Unidos con sede en Corea del Sur, dijo en compañía de un funcionario surcoreano que era «hora de avanzar» en el tema del despliegue del sistema antimisiles THAAD.

«Se decidió abrir oficialmente negociaciones sobre la posibilidad de desplegar el sistema THAAD (Terminal High Altitude Area Defense) en el marco de los esfuerzos para reforzar la defensa antimisiles de la alianza Corea del Sur/EEUU», anunció Ryu Je-Seung, responsable del ministerio surcoreano de Defensa.

En Pekín, la portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores, Hua Chunying, manifestó su «pesar por la insistencia de la República Democrática Popular de Corea de realizar un lanzamiento de misiles pese a la oposición internacional».

Corea del Norte «tiene el derecho al uso pacífico del espacio, pero este derecho está limitado por las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas», recordó la vocera china.

El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, «condenó con firmeza» el lanzamiento, y pidió a Corea del Norte que ponga fin a sus acciones «provocadoras». La Unión Europea acusó por su lado a Pyongyang de cometer una «nueva grave violación (…) de sus obligaciones internacionales».

También Rusia, Gran Bretaña o Japón condenaron el lanzamiento norcoreano.

Por su lado la presidenta surcoreana Park Geun-Hey, en un mensaje televisado dijo que «el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas debe adoptar rápidamente medidas punitivas severas».

La última violación norcoreana a las resoluciones de la ONU que le prohíben ensayar misiles y armas atómicas fue el ensayo nuclear norcoreano del 6 de enero.

Los expertos, escépticos

Sin embargo algunos expertos dudan de la capacidad de Corea del Norte para amenazar el territorio de países como Estados Unidos, ya que lanzar un misil intercontinental es relativamente sencillo en comparación con la tecnología necesaria para el reingreso controlado en la atmósfera.

«Una cabeza nuclear de un misil intercontinental necesita volver a tierra, y Corea del Norte jamás demostró disponer de una tecnología que permita a un vehículo espacial, incluso una bomba, sobrevivir al reingreso en la atmósfera», explico el ingeniero espacial John Schilling, quien ha seguido de cerca el programa norcoreano.

Pero si logran dominar esta tecnología «la amenaza norcoreana, que hasta hoy es sólo algo teórico, se volverá muy real y alarmante», agregó.