Santo Domingo, República Dominicana. Leonel Fernando Soto de la Cruz, se presentó ayer a la recepción de la emisora Z 101 portando un arma de fuego que asegura pudo quitarle a un supuesto narcotraficante que intentó quitarle la vida. Nervioso y temeroso, pidió desde aquí protección para él y sus familiares.

Leonel



Comentó que el señor Cristian Peguero, hermano de su jefe Wilkin Peguero, y a quien acusa de ser el “narcotraficante” que intentó asesinarlo, supuso que él estaba en la trama de un secuestro del cual fue víctima.

“Wilkin y yo fuimos secuestrados antes de ayer. A mí me sueltan ayer a las 4 de la mañana, él (Wilkin Peguero) me dice que venga donde su hermano; me dice que haga algo y cuando voy y lo hago, él (Cristian Peguero) se pone en contra mía como que yo tengo que ver con lo que está pasando. Me desarma, me entra a un vehículo y con la pistola de él… me quiso matar dentro del vehículo y yo se la quité”, narró Soto de la Cruz.



Al preguntársele cómo llegó a trabajar para el hermano de Cristian Peguero, en Haina, dijo que “era su peluquero, pero que fue tomándole confianza, hasta convertirlo en su guardaespaldas”.

Rodeado de policías que acudieron a la Z 101, manifestó que todo sucedió cuando antes de ayer fue secuestrado junto a su jefe Wilkin Peguero y que lo liberaron para que acudiese con un mandado donde Cristian, a quien calificó como el mayor narcotraficante de Haina y, quien supuestamente transporta cantidades inimaginables de drogas hacia Puerto Rico.

“Cristian Peguero me quiere matar. Él es hermano de mi jefe, narcotraficante. Soy chofer y escolta de Wilkin Peguero”, precisó.

Teme por su familia: no logra comunicarse con su esposa y hermana no aparece

Manifestó sentir temor por su familia, ya que al comunicarse con alguien de confianza, le comunicaron que anoche fueron a buscar a su hermana y que no ha podido comunicarse con su esposa.

Al reiterar que lo que pide es protección, admitió que cuando dejó la vida de peluquero y se convierte en guardaespaldas de su jefe, sabía a lo que se dedicaba el mismo.

El mayor Cubilete Medina, quien quedó a cargo de la custodia, garantizó a la Z 101 que se preservará la vida del joven, y que dos patrullas le acompañarían.

Al escuchar que lo llevarían al DICRIM, gritó “Ahí no me lleven, porque ahí me van a matar”, señalando que hay generales y miembros involucrados que reciben dinero del narcotraficante.

Manifestó que su carro, un Hyundai Sonata 2010 de color gris, lo dejó en la bomba de gasolina que está frente a la Sirena de Baní.

Señaló que hay varias muertes que pesan sobre los hombros de Peguero, entre otras personas que fueron baleadas porque manejaban información de cargas de mercancía que iban hacia Puerto Rico.