«Siempre me he interesado más por lo que hay detrás de los resultados deportivos que por el deporte como tal», cuenta a la AFP Hajo Seppelt. Metido de lleno desde hace tiempo en una cruzada contra el dopaje, gracias a él se conocieron las revelaciones que destaparon el caso del dopaje en Rusia.

Hajo



Nacido en Berlín en 1963, Hans-Joachim ‘Hajo’ Seppelt, de 53 años, es toda una referencia en la materia, tanto en Alemania como en el extranjero.

Inició su carrera en 1978 como periodista radiofónico independiente y en 1992 se convirtió en comentarista deportivo en la cadena de televisión pública alemana ARD, para las competiciones de natación. Una cadena especialmente sensibilizada con el dopaje, que en 2007 había suspendido las retransmisiones del Tour de Francia en plena carrera, así como las ediciones entre 2012 y 2015 de forma íntegra, por la multiplicación de casos positivos.



«Comencé a interesarme en los asuntos de dopaje en 1997. Era la época de los juicios contra el dopaje de Estado en la RDA», cuenta a la AFP Seppelt. Ese mismo año dirigió un documental llamado «Secretos de Estado sobre el dopaje de los niños», el primero de una larga serie de investigaciones sobre los tramposos en el deporte.

Desde entonces, el periodista, de cabello corto y barba, ha hecho de la información sobre el dopaje el combate de su vida, investigando a varias federaciones deportivas alemanas, al atletismo keniano y, más recientemente, al atletismo ruso.

 A tiempo completo 

En diciembre de 2014, la ARD emitió su documental «Cómo Rusia fabrica sus campeones», donde había testimonios que apuntaban a la existencia de un sistema de dopaje generalizado en el atletismo de ese país.

El documental fue seguido de otros reportajes, entre agosto de 2015 y junio de 2016, que arrojaron dudas sobre medallistas y campeones olímpicos rusos. En ellos acusaba a Rusia de contravenir las normas antidopaje.

Hajo Seppelt, que no duda en aparecer en sus reportajes, se ha ganado el sobrenombre de «cazador del dopaje de la ARD» en la prensa alemana.

Apoyándose en sus revelaciones y en otras informaciones, el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) de Lausana anunció el jueves la suspensión de los atletas rusos para los Juegos Olímpicos de Rio. El Comité Olímpico Internacional (COI), por su parte, decidió el domingo no suspender colectivamente a toda la delegación rusa, dejando a las Federaciones Internacionales de cada deporte que tomen sus decisiones y determinen quiénes cumplen los requisitos fijados.

«Los periodistas deportivos tradicionales, yo mismo lo era antes, contribuyeron en el pasado a desviar la mirada y alejar a la gente de la verdad, ya que muchos de ellos se consideran amigos del deporte», afirma Seppelt, que ahora investiga a tiempo completo sobre el dopaje.

Con varios colegas acaba de lanzar una plataforma en internet bautizada SportsLeaks, destinada a permitir recoger testimonios de deportistas que quieran denunciar o confesar hechos relacionados con la corrupción, el dopaje o las trampas en el deporte.

 Presiones y amenazas 

Su trabajo no sólo le hace ganar prestigio y elogios, también tiene un lado negativo.

«Hay ataques, estoy acostumbrado a ellos desde hace veinte años. Recientemente recibí amenazas personales que no eran muy agradables», explica el periodista.

También se ha convertido en un objetivo habitual de las iras de medios y blogs rusos, que le acusan de manipulación y de acusar sin fundamento.

Hace poco tuvo un altercado con un equipo de la televisión rusa que acudió a hacer preguntas a su casa. Las imágenes emitidas por la cadena Rossiya-24 muestran a Hajo Seppelt perdiendo su sangre fría y echando fuera de su apartamento a la periodista rusa y su equipo de televisión.

También se han emprendido varias acciones judiciales contra él y contra la ARD. En 2008 fue denunciado por la Federación Alemana de Esquí (DSV) y en 2012 por la patinadora de velocidad alemana Claudia Pechstein, enfadados con sus afirmaciones.

Pero «hasta ahora no hemos perdido ningún gran proceso judicial», asegura Hajo Seppelt.