Las trillizas estonias Leila, Liina y Lily Luik, ex bailarinas de hip hop, lograron clasificarse para Rio-2016 en maratón y, aunque no correrán por una medalla, escribirán una nueva página en la historia de los Juegos Olímpicos.
El caso de las hermanas Luik no tiene precedentes. «Nunca antes unos trillizos participaron en unos Juegos Olímpicos, ni en la misma edición ni en ediciones sucesivas», aseguró Bill Mallon, un historiador olímpico que vive en Carolina del Sur, Estados Unidos.
«Si las Luik corren, será una primicia olímpica. Será histórico», agregó señalando que, por sus marcas, ninguna de las tres hermanas puede aspirar al podio. Pero eso no impide a las trillizas entrenarse a fondo.
Nacidas el 14 de octubre de 1985, cinco años antes de que Estonia se liberara del yugo soviético, las trillizas siempre fueron inseparables.
«Hemos sido activas y dinámicas desde pequeñas», explicó Lily a la AFP. Durante los veranos que pasaban en la granja de su abuela aprendieron a trabajar duro.
Seis años de práctica
Al acercarse los Juegos, se puede ver a menudo a las hermanas corriendo con sus camisetas de color amarillo fluorescente por las pistas situadas junto al río Emajogi («Madre»), en su antigua ciudad universitaria de Tartu. Hace solo seis años que corren maratones, los suficientes para lograr su pasaporte para Rio.
Leila es la mejor de las tres, con un mejor registro personal de 2 horas y 37 minutos en los 42,195 km de esta distancia mítica, lejos sin embargo de las 2h23:07 que le valieron el oro a la etíope Tiki Gelana en Londres-2012. Y más aún del récord femenino que posee desde 2003 la británica Paula Radcliffe (2h15:25).
Pero ellas ya han logrado su proeza. Leila asegura que en Rio solo buscarán mejorar su marca personal: «Nos apoyamos mutuamente, esperamos correr juntas de principio a fin. Es una gran motivación», señala.
Es difícil distinguirlas, aparte de por sus cortes de pelo. Para su entrenador, Harry Lembert, la principal diferencia está en su manera de correr.
«Sería una buena idea hacerlas correr juntas la mayor parte del recorrido. Desafortunadamente, no tienen el mismo nivel», explicó a la AFP.
Hip hop
Antes de probar suerte en el maratón, las tres hermanas eran bailarinas profesionales de hip hop. Sus intensos entrenamientos les impiden seguir dedicándose a esta pasión. Pero Lily y Leila encuentran tiempo su otra afición: pintar.
«La pintura me permite pensar en otra cosa, alejarme de la carrera», dice Leila.
Menudas y esbeltas, las tres jóvenes de 1 m 65 de estatura, son también golosas.
«¡Podríamos comer kilos de helado! Sobre todo en verano cuando hace calor. Cada domingo por la mañana hacemos crepes y comemos helados», confesó Liina.
Las trillizas piensan ya en lo que harán después de los Juegos, apostando por su popularidad futura. «Soñamos con [lanzar] una marca de productos de belleza o tal vez un café acogedor», dijo Lily, especialista en pasteles y postres.
«Veremos después de Rio, cuando todo este más tranquilo. Tenemos que pensar en cómo explotar el hecho de que somos tres y cómo puede eso atraer gente a nuestro café», agregó. «Somos inseparables».