Romario Dos Santos Alves alcanzó la fama mediática cuando un año atrás debió cambiar su peligroso hábito en el fisiculturismo para evitar la amputación de sus dos brazos.

Hulk Humano



El joven brasileño de 26 años tenía una obsesión con su cuerpo y pasó un año inyectándose synthol –una mezcla de sustancias como analgésicos, aceites y alcohol– para aumentar la musculatura. El líquido le generó en los brazos «cristales» que debieron ser extirpados por el grave peligro que significaban para su salud.

El medio británico Daily Star publicó imágenes de la nueva figura del joven brasileño tras dejar su adicción al synthol. Nombrado el «Hulk humano», perdió 65 centímetros y evitó perder sus extremidades.



«Vi a algunos compañeros en el gimnasio con unos brazos enormes y empecé a entablar amistad con ellos. Al poco tiempo, me hablaron del synthol», explicó Dos Santos Alves, quien a sus 21 años trabajaba como guardaespaldas y comenzó a probar esa sustancia con el objetivo de moldear su cuerpo y convertirse en culturista profesional.

Si bien el líquido causó el efecto que el joven deseaba, a sus 25 años debió enfrentar cirugías para evitar la amputación de los brazos. «Si lo tomas una vez, te aseguro que habrá una segunda. Recuerdo que el médico me dijo que tendrían que amputarme ambos brazos. Me dijeron todo lo que había dentro: mis músculos eran roca», contó el joven y aseguró: «Perdí el control y podría haber muerto. Todo porque buscaba unos músculos más grandes. No valía la pena».

Romario

Luego de aquella experiencia, dejó la sustancia y recuperó la normalidad en su cuerpo. Según detalló Dos Santos Alves al portal Infobae.com , su esposa condicionó su decisión, ya que lo amenazó con abandonarlo si no ponía fin a dicha adicción.