En los tiempos que corren, cualquier tecnología con más de cinco años se puede considerar una reliquia. Que cada año salga un nuevo smartphone o videoconsola, implica que todo modelo anterior al último quede obsoleto. Pero esto también hace que, en algunos casos, se revaloricen.
Por ejemplo: en la actualidad, el primer iPhone ya cuesta más que el iPhone 7. La primera generación del modelo ideado por Steve Jobs se revende ahora por un precio que oscila entre los 890 y los 7.500 euros. Bastante más de lo que cuesta la última versión, de 769 a 909 euros.
El iPhone 2G ni siquiera cuenta con iOS, ya que salió antes que el sistema operativo. Su producción se paralizó en julio de 2008, después de que vendiera 6,1 millones de unidades. Y, aunque no han pasado ni diez años desde que saliera del mercado, su precio se ha disparado. De nada importa que su tecnología se haya quedado anticuada, ya que ahora se ve como un artículo de coleccionista.
Pese a haber vendido tantas unidades, se antoja lógico que tantos tecnófilos busquen tener el primer iPhone. A principios del siglo XXI, los protectores de pantalla y las fundas no eran tan populares como ahora, por lo que la mayoría de los teléfonos tenía una vida más bien corta.
Claro que, teniendo en cuenta lo que cuesta ahora, es inimaginable pensar el precio que tendrá de aquí a unas décadas. Igual es un buen momento para invertir 1.000 euros en algo que te podría dar mucho más.
Fuente: Highsnobiety
