Hay padres mejores y padres peores, pero su orientación sexual no tiene mucho que ver en ello. Un estudio recién publicado en la revista Developmental Psychology no ha encontrado ninguna diferencia entre niños criados por parejas del mismo sexo y por parejas de distinto sexo.

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El estudio procede del departamento de psicología de la Universidad de Kentucky, y es el resultado de cinco años de trabajo estudiando el comportamiento de los niños de casi 100 parejas diferentes, algunas heterosexuales, y otras formadas por gays y lesbianas. (El estudio no incluye otras variantes transgénero).



Las conclusiones son aplastantes. La orientación sexual de los padres no tiene ningún efecto sobre el comportamiento de los niños ni cuando son aún preescolares, ni cuando estudian en la escuela primaria. El funcionamiento del núcleo familiar es idéntico en todos los casos y no hay diferencias a nivel educativo ni de conducta. De hecho, la doctora Rachel H. Farr y a su equipo examinaron también otros factores que puedan determinar problemas en la adaptación o comportamiento del niño en la escuela primaria y encontraron uno que no conoce de sexos: el estrés.

Los hijos de padres que muestran más estrés durante la época preescolar del pequeño tienen mayores problemas de adaptación y de conducta durante la escolarización primaria, informó es.gizmodo..



El documento es una buena base sobre la que trabajar para actualizar las legislaciones en materia de adopción y el acceso a tratamientos de fertilidad en igualdad de condiciones para parejas LGBT. [Developmental Psychology vía Medical Research]