A la población dominicana que no se deje engañar y que no pierda el foco de atención, que se esclarezca el caso de Odebrecht, que sean juzgados los culpables y que se indique como se distribuyeron los 92 millones de dólares en sobornos que hizo llegar esta empresa constructora a República Dominicana.

No permitan que le laven el cerebro con ese que es quizás el más grande caso de corrupción destapado en Estados Unidos en el que se involucra a la República Dominicana y otros países.



Los que hoy quieren lavarle el cerebro son los mismos que utilizaron los medios de comunicación para defender toda clase de travesuras cometidas por el gobierno que sin importarle nunca la población, son los mismos que defendieron a capa y espada a Ramón Báez Figueroa cuando la quiebra de Baninter.

Son los mismos que defienden y se alían a las empresas extranjeras que depredan el medioambiente y evaden impuestos.



Esos son los mismos que les celebran todos los chistes a los empresarios que realizan prácticas fraudulentas y desleales para hacer crecer sus negocios, los que figuran en todas la nominas o reciben dinero como “Consultores”.

Esos son los que les están pidiendo a la población no asistir a la marcha del domingo contra la corrupción porque porque para ellos eso no tiene sentido.

No se dejen engañar.