Una buena forma de encontrar el placer sexual es buscar las posiciones apropiadas para la satisfacción mutua de los dos integrantes de la pareja, que deben ser excitantes para ambos y practicadas en mutuo acuerdo.

“La variación en las posturas sexuales es numerosa”, dice la sexóloga Myriam Balbela. “Solo hay que darle una ojeada al famoso libro hindú del Kamasutra, que desafortunadamente se editó pensando en el placer masculino y no en las fases del femenino”.

Bajo esta premisa, muchas mujeres nunca logran el orgasmo al estar ancladas a una relación donde el hombre solo piensa en satisfacción sexual y no se esmera en tener conocimiento de cómo funciona la sexualidad femenina, cuáles son las etapas o fases que llevan al orgasmo en las féminas y las posiciones más favorables para lograrlo.

Etapas del orgasmo femenino

De acuerdo con lo explicado con la sexóloga, basada en Los Ángeles, el orgasmo femenino comprende cuatro etapas que están bien identificadas.

La primera de ellas es la excitación donde se da un incremento del ritmo cardíaco, una dilatación de todos los vasos sanguíneos de la vulva [compuesta por el monte de Venus, los labios mayores externos, los labios menores internos, el clítoris y el vestíbulo vulvar] y una lubricación de la vagina. “Esta etapa se produce con la estimulación tanto física o mental, o con la combinación de ambas”.

En la meseta, tal como se le conoce a la segunda etapa del orgasmo femenino, se acentúan los cambios físicos que se dan en la excitación, que también incluye la tensión de muchos músculos, que preparan el cuerpo de cada integrante de la pareja para las dos últimas fases del encuentro sexual: el orgasmo y la resolución.

El orgasmo se produce en la mujer que logra la meseta, en la que da la llamada plataforma del orgasmo, en la que se dilatan por completo toda las partes claves de la vulva y el ritmo cardíaco está en su máximo bombeo para llegar al clímax del acto, que solo dura unos cuantos segundos y en el que “la mujer experimenta una serie de contracciones musculares involuntarias placenteras en vagina, útero y recto”.

Finalmente se produce la resolución, en la que tanto los órganos genitales y el ritmo cardíaco de la pareja retornan a su estado de reposo, como se encontraban antes del inicio de la primera etapa de la estimulación.

Las más populares

Se ha comprobado que las cuatro etapas del orgasmo femenino se facilitan con la práctica de ciertas posiciones sexuales en las que todas las zonas de la vulva y vagina quedan mejor estimuladas. Balbela describe tres de las más comunes que, obviamente, deben ir acompañadas con una buena estimulación física y emocional previa.

1. El misionero

La posición del misionero es una de las más practicadas por las parejas del mundo, tal vez porque además de ser cómoda es una de las más favorables para el orgasmo femenino.

“[La pose clásica del misionero], en la que el hombre se posa encima de la mujer, pasa de tradicional a excitante cuando se coloca una almohada en la parte espalda baja de la mujer”, resalta Balbela. “Esto garantiza una buena penetración y una certera flotación del clítoris y otras zonas de la vulva que son clave para el alcance del orgasmo femenino”.

2. Cabalgata

Esta posición, conocida también por el nombre de la “cowgirl” (o la vaquera), es bastante placentera para la mujer ya que ella queda en completo control de su cuerpo y del ritmo y los movimientos que la satisfacen.

“En la cabalgata tanto hombre como mujer disfrutan al máximo porque, además de quedar cara a cara y la mujer en una posición ahorcajada sobre el hombre [que como se dijo anteriormente, le permite quedar en completo dominio del movimiento de su cuerpo], él queda con las manos libres para acariciar ya sea los pechos, el clítoris u otras partes erógenas del cuerpo de su amada”.

3. De cabalgata de espaldas

La cabalgata de espalda, una variación de la posición de la cabalgata cara a cara, favorece al orgasmo femenino debido a que la mujer queda también en completo control de su cuerpo, ritmo y movimientos que le causan placer.

“Se ha comprobado que en la pose de la cabalgata de espaldas [o la vaquera de espaldas], la mujer alcanza unas sensaciones mucho más intensas que estando cara a cara, ya que durante ésta se estimula más el llamado punto G, donde la mujer siente el placer en la parte interior de la vagina”.

Estas tres posiciones sexuales favorables para el orgasmo femenino, lo son igual de favorables para el masculino.

“Es así que cuando el hombre y la mujer logran [a su determinado tiempo] el orgasmo con determinadas posiciones que nunca fallan, éstas deben practicarse siempre, agregándoles los variados juegos sexuales que sacan de la monotonía”.

Fuente laopinion.com