El parlamento italiano aprobó este jueves una ley que garantiza un subsidio mínimo para las familias más pobres, cuyo número ha aumentado en los últimos años por la crisis económica.

La medida, denominada «Renta de Inclusión», parecida a la Renta Activa de Inserción (RAI) de España, cuenta con un presupuesto de 1.600 millones de euros en el 2017.



«Por primera vez nuestro país contará con un instrumento estructurado para luchar a nivel nacional contra la pobreza y que favorezca la inclusión social», explicó el ministro de Trabajo, Giuliano Poletti.

Con ese fondo, el Estado italiano espera ayudar a las personas «con necesidades y no sólo a aquellos que pertenecen a categorías frágiles, como ancianos, minusválidos, etc», precisó el ministro.



Esta ayuda, de unos 500 euros al mes, podrá ser cobrada por unas 400.000 familias, cerca de 1,8 millones de personas.

El paquete de medidas contra la pobreza y la creciente desigualdad, cuyos decretos serán adoptados por el gobierno en los próximos meses, ha sido propuesto para hacer frente a la crisis económica que desde hace años afecta a capas enteras de la sociedad debido al desempleo y la falta de crecimiento.

«No hay duda alguna de que la gran emergencia que encara este país en estos momentos está vinculada a la pobreza», reconoció recientemente el presidente del seguro social nacional, Tito Boeri.

Según el instituto nacional de estadística ISTAT, el número de personas que viven en Italia en «pobreza absoluta» aumentó en 2015 a 4,6 millones, lo que equivale al 7,6% de una población de cerca 60 millones.