En los años ’60, las pastillas que revolucionaron el sexo fueron las anticonceptivas.

En los ’90, la revolución llegó de la mano de la pastillita azul, comunmente llamada Viagra, la solución contra los problemas de disfunciones eréctiles, y también (mal) usada para rendir más en la cama. En el primer caso, bajo estricto control médico. En el segundo, con grandes posibilidades de tener un problema cardíaco a mediano o corto plazo.

No hay hombre en el mundo que no quiera rendir más y mejor. Y sin recurrir a médicos ni a productos químicos: tenemos la solución en casa. ¿Habrá alguien que no quiera probarlo?

Los ingredientes que se necesitan son:

  • Una sandía cortada en pedazos chicos

  • El jugo de un limón

Para prepararlo, hay que licuar la sandía hasta que se haga un jugo. Luego, colarlo y agregar el jugo de limón. Mezclar muy bien y hervirlo hasta reducir a la midad. Dejarlo enfriar muy bien y tomar un vaso por día en ayunas.

El jugo de esta fruta ayuda a quienes están comenzando con problemas de disfunción eréctil. El secreto está en sus aminoácidos que ayudan a la circulación de la sangre. La citrulina que la sandía tiene en grandes cantidades, es una sustancia capaz de relajar los vasos sanguíneos.

De acuerdo con los investigadores de la Universidad de Texas (Estados Unidos), cuando se consume la sandía, la citrulina se convierte en arginina, un aminoácido que entre otras cosas “mejora la producción de óxido nítrico que a su vez relaja los vasos sanguíneos, y éste es el mismo efecto que tiene el viagra para tratar la disfunción eréctil y prevenirla“.

El único problema es que la citrulina se encuentra en mayor concentración en la corteza de la sandía. Los científicos están ahora investigando la posibilidad de producir nuevas variedades de la fruta con mayores concentraciones de citrulina en la pulpa.

Fuente: https://hombre.perfil.com