El presidente ruso Vladimir Putin declaró este jueves que el cambio climático es imparable porque no está causado por la actividad humana, por lo que hay que empezar a pensar en adaptarse.



Un día después de visitar el archipiélago Franz Josef Land, en el Ártico, para presidir una reunión sobre desarrollo regional, Putin aseguró que los icebergs están fundiéndose desde la década de los años 1930, y sugirió que el calentamiento del planeta no se puede imputar a la humanidad.

«El calentamiento ya empezó hacia los años 1930,» dijo el mandatario ruso, en declaraciones retransmitidas desde un foro sobre el Ártico en la ciudad de Arkhangelsk.



«En esa época no había factores antropológicos, y el calentamiento ya había empezado», explicó.

«El asunto no es cómo frenarlo (…) porque es imposible, ya que podría estar vinculado a algunos ciclos globales en la Tierra. El desafío es cómo adaptarse», añadió.

Putin se ha mostrado en el pasado calmo ante el cambio climático, puesto que considera que regiones como el Ártico pasarán a ser explotables económicamente.

Estas declaraciones tuvieron lugar tras la firma por parte del presidente estadounidense Donald Trump de un decreto que ordena la reevaluación de la principal medida de su predecesor, Barack Obama, que impuso a las centrales térmicas reducciones drásticas de sus emisiones de gas con efecto invernadero.

Trump ha prometido igualmente volver a dar impulso a la industria del carbón en su país, el segundo emisor de gases con efecto invernadero del mundo detrás de China.