El embarazo de “Luz”, nombre ficticio dado a una paciente de 26 años que sufrió una hemorragia cerebral y que se encuentra interna en el hospital Ney Arias Lora, es viable.

Ayer, el equipo médico que la atiende se pronunció sobre su condición, descartando que sea necesario desembarazarla, como han planteado algunos sectores a través de los medios de comunicación, reviviendo así la discusión ante el dilema del aborto cuando la salud de la madre está en riesgo o el derecho a la vida.



El doctor Próspero Díaz, subdirector del hospital, y Lizardi de la Rosa, neurocirujano, informaron al periódico Diario Libre que el derrame de Luz ocurrió producto de una malformación arteriovenosa que presumen es congénita, y afirman que por el momento no hay una situación de emergencia que ponga en riesgo su vida.



Recuerda que cualquier condición de salud de una paciente se potencializa cuando entra en estado de gestación, por lo que recomiendan un manejo conservador. Sin embargo, aclaran que Luz está consciente y estable y que las posibilidades de un nuevo sangrado son muy bajas, según las estadísticas mundiales.

“El aborto en este caso no es una opción, pues el riesgo de que vuelva a sangrar es muy bajo”, comentó De la Rosa, quien adelantó la posibilidad de que, una vez termine el embarazo, se pueda proceder, si la familia de Luz así lo determinan, a tratarle su malformación.

Luz, con dos hijos de 7 y 4 años, desconocía de su condición, y fue con este, su tercer embarazo, cuando se sintió mareada y convulsionó mientras estaba en un hospital de la comunidad Pimentel, provincia Duarte, de donde es oriunda. La afección de la paciente ocurrió hace unos 22 días, y no fue rescatada de una inundación como se informó inicialmente, contó su madre.