Cuando niños soñamos con tener independencia económica y poder gastar nuestro dinero en lo que se nos ocurriera. Paradójicamente, los adultos sueñan con tener a alguien que los guíe y les diga cómo multiplicar sus ganancias.

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Es que el dinero es una responsabilidad que requiere de prudencia y sabiduría para no caer en las tan temidas deudas. Y aunque la mayoría siempre intenta ahorrar de una u otra forma, las tentaciones están a la orden del día y no raro que nos salgamos del “presupuesto”.

De hecho, este es sólo uno de los muchos errores que podemos llegar a cometer con nuestros ingresos y que nos hacen caer dentro de un precipicio del que es difícil regresar, aunque no imposible.



BioBioChile nos cuenta algunas de estas equivocaciones y cómo solucionarlas.

1. No conocer tus gastos mensuales

En el mundo actual es muy difícil pasar un día sin comprar nada, pues tenemos necesidades que satisfacer que van desde llevar el pan a la casa hasta renovar el bolso o cartera.

Son justamente estas compras en las que no nos fijamos y donde se va gran parte de nuestras ganancias. El convertir este proceso en algo automático es un error, pues no nos damos cuenta de lo que estamos gastando.

“Me asombra que incluso personas muy acaudaladas que conozco no saben a cuánto asciende su gasto mensual. Sin importar si se trata de solteros, casados, padres solteros o cualquier otra cosa, la mayoría de las personas no sabe cuánto les cuesta vivir 30 días. Para mí, eso es vivir en riesgo”, señaló al portal Entrepreneur el empresario y gurú de la economía Kevin O’Leary, más conocido como “Mr. Wonderful” en el programa Shark’s Tank.

Conocer nuestros movimientos financieros puede traernos diversos beneficios, pues no sólo nos permitirá descubrir cuánto dinero se va en cada ítem o identificar las cosas innecesarias en las que se invierte, sino que también nos da una idea de lo que ya tenemos, evitando gastar en ello otra vez.

La solución es simple: “Escribe todo. Registra tus hábitos de gasto y tus entradas de dinero. Captúralos hasta el más mínimo centavo en un período de 90 días. Hazlo con papel y pluma, no uses una computadora. Luego haz un presupuesto y apégate a él”, agregó O’Leary.

2. No tener un presupuesto

Según la revista Forbes, aunque duela se recomienda poner por escrito los ingresos y los gastos mensuales, lo que permitirá que tengamos una noción clara de nuestras deudas y de los montos a favor que nos queda. “Una vez que sepa dónde va su dinero, puede tomar una decisión sobre cuál es la mejor manera de invertirlo”, dijo al portal de negocios BankRate Jim Tehan, portavoz de la Fundación Myvesta, un sitio web de educación para el consumidor.

Pero hay que ser realista. “La gente escribe presupuestos todo el tiempo sin saber dónde va realmente su dinero. Lo que han creado es una lista de deseos de cómo les gustaría gastar su dinero, pero no es realista, es una página de mentiras”, explicó

Tranquilos, esto no significa que hay que eliminar la diversión. “La regla N° 1 para establecer los presupuestos es no cortar toda la diversión de su vida. Inevitablemente, los presupuestos espartanos que no tienen ningún subsidio para el entretenimiento están condenados al fracaso”, agregó Tehan. Esto tampoco quiere decir que podamos gastar en lo que queramos sino en limitarse, es decir, si comes a diario en un restaurante, deben bajar la cantidad de veces a sólo dos, por ejemplo.

3. Comprar ropa de mala calidad

Cuando estamos en época de ahorro, solemos comprar ropa en cualquier parte: lugares de ropa usada, supermercados, pequeñas tiendas y por supuesto, las ofertas del retail. Sin embargo, lo que parece una ganga en un principio pronto se convertirá en un dolor de cabeza.

“La mayoría de la gente compra más basura de lo que usa. Esto incluye hombres y mujeres por igual, especialmente cuando se trata de ropa. A todos nos encanta la sensación de comprar ropa, pero la verdad es que si realmente miramos nuestros armarios, probablemente veamos que usamos siempre el mismo 20% durante el 80% del tiempo, y el resto de las cosas que compraron se desperdician”, explicó Mr. Wonderful.

La solución es simple y le gustará a muchos. No compres cosas de mala calidad y baratas, invierte en productos que duren. “Si usted va a comprar ropa o accesorios de moda, que sea algo realmente bueno y que sea atemporal (…) que sea algo que realmente va a usar. Ahorre dinero y compre artículos de calidad, pero sea muy selectivo. A la larga lo agradecerás”, dijo.

4. Gastar más de lo que recibes

Cuando conseguimos nuestra independencia económica, comenzamos con los problemas. Y es que gastar más de lo que recibimos no es nada difícil, especialmente gracias a las tarjetas de crédito. “No saber cuánto ganas y cuánto gastas te pone en riesgo, te congela financieramente. Muchas veces verás que gastas más de lo que ingresas”, comentó el jurado de Shark’s Tank.

Por ello los expertos recomiendan aprender a vivir sin salirse del presupuesto, y aunque tomará tiempo, ahorrar de forma adecuada se convertirá en un proceso mecánico para todos.

Es importante recordar que nunca sabremos qué nos preparara el futuro, por lo que hay que estar preparados para situaciones que requieran de dinero de emergencia o un crédito desocupado.

“Estar en control de sus finanzas no sólo le ahorra dinero, sino que también le hace una persona más financieramente segura“, agregó O’Leary. “-Aprender a vivir así- Es simple pero requiere disciplina: gastar menos y ahorrar más. Ajustar su estilo de vida, porque el exceso de gastos se manifiesta por lo general en la deuda de tarjetas de crédito”, agregó el empresario.

5. Tener deudas con diferentes tarjetas de créditos

Hoy en día obtener una tarjeta de crédito es muy fácil, incluso para los estudiantes universitarios, quienes son tentados por todas las empresas de retail que buscan captar sus clientes desde antes que inicien su vida laboral.

Tener múltiples “plásticos” puede parecer una buena oportunidad al principio, pues cada empresa ofrece buenas ofertas si se usan, pero esto también implica pagar más intereses. “Es horrible tener una deuda de tarjeta de crédito, pero es mucho peor tener varias, a menos que puedas pagarlas a final de mes. Incluso entonces, es mejor evitarlas”, comentó Kevin O’Leary.

Si realmente necesitas pagar con tarjeta de crédito, entonces apégate a una y averigua cuál es la que la que cobra menores intereses. La revista Forbes asegura que se debería usar sólo entre el 10% al 30% del cupo que entrega la empresa para este “plástico”.

Pero también ten en cuenta que existe otra posibilidad, que es la que los expertos recomiendan. “Paga tus tarjetas de crédito y luego corta los plásticos. No te arrepentirás. Es lo mejor que puedes hacer para mejorar tu posición financiera”, finalizó O’Leary. Recuerda que tu comportamiento con el crédito puede servir de referente para diferentes trámites que debas realizar en el futuro.

Algunos consejos

– Pagas tus cuentas a tiempo: no sólo ahorras la multa por retraso, sino que sabrás exactamente la cantidad de dinero con la que cuentas para otras cosas.

– Ahorra: mecaniza el ahorrar para crear un fondo para situaciones de emergencia. Lo ideal es que no veas ese dinero, por lo que puedes recurrir a tu banco para que haga un traspaso automático a otra cuenta, cuando recibas tu sueldo.

– Fija una meta: si realmente quieres algo, escríbelo y trabaja por él. “La razón número uno por la cual la mayoría de la gente no obtiene lo que quiere es que no sabe lo que quiere”, escribió el millonario T. Harv Eker en su libro “Secrets of the Millionaire Mind“.

– Junta tus deudas en una: si son muchas tus deudas en diferentes lugares y tienes la posibilidad de acceder a un crédito, entonces hazlo. De esta forma pagarás sólo una y no intereses de todas las otras. Aunque ten cuidado en no volver a endeudarte.