Por Martín Polanco

Algunos le llaman la zona encantada y otros el poderoso valle de Constanza. Las razones son obvias: Aquí la tierra pare tantos frutos que usted puede verlos hasta en los patios de las viviendas.



Se cultiva tomate, ají pimiento, cubanela y morrón, zanahoria, pepino y molondrón; papa, lechuga, brócolí, hierbas aromáticas, fresas y muchos otros rubros. A los habitantes de este municipio se les conoce como gente que tiene en el trabajo una filosofía de vida y “poco miedo” a levantarse temprano para ir a los predios, muchos de ellos en las alturas de las montañas. Es una actividad que no se detiene; el productor agrícola cosecha hoy y en varios días tiene el terreno arado y una nueva siembra colocada en él. En esa dinámica se mantiene todo el año. Sabe que hay muchos hogares que requieren alimentos y que la naturaleza dotó a este punto geográfico de las condiciones para generarlos. Constanza tiene un millón 200 mil metros de producción bajo techo (ambiente controlado o invernadero). Posiblemente, solo San José de Ocoa está por encima de ese municipio, porque en esa zona se ha levantado una gran estructura, pero hay rubros, como el ajo, en el que Constanza tiene la supremacía. Por lo menos eso calcula José María Bernabé Rodríguez, gerente general de la Cooperativa Agropecuaria y de Servicios Múltiples Valle Verde, de Constanza.

“Aquí, en Constanza, se produce todo el ajo que requiere la industria nacional. Anualmente esas empresas demandan entre 30 y 35 mil quintales de ajo y ese ajo se produce en Constanza. De zanahoria, el municipio Constanza aporta más o menos el 85% de la producción nacional. Lo propio ocurre con el caso de la papa”, le dice Bernabé Rodríguez al equipo de prensa de elCaribe que recorrió fincas en las que hay sembrado todo tipo de vegetales, de esos que consume la República Dominicana. En la Cooperativa Agropecuaria del Valle hay afiliados 245 productores y en la Unión de Productores Agrícolas 136 asociados. La Cooperativa se nutre de las diferentes asociaciones del municipio. Se puede ser socio de una asociación y socio de la cooperativa, a la vez. La Cooperativa de Productores Agrícolas se constituyó hace varios años y está dando “pininos”. Tiene su personalidad jurídica y pronto se hará la primera asamblea ordinaria anual.
En el reportaje presentado este miércoles en el periódico El Caribe se indica que el fuerte de la producción bajo techo de Constanza es el pepino, con fines de exportación. Hay varias empresas que se encargan de llevarlo al mercado norteamericano y a otras partes del mundo. En lo que tiene que ver con papa, zanahoria y repollo, Constanza aporta cerca del 80% de la producción nacional, asegura el directivo de la Cooperativa Agropecuaria. En ese cálculo están incluidos los valles Tireo, Constanza y las demás zonas del municipio. A cielo abierto Constanza tiene en producción unas 80 mil tareas. Hace meses la cantidad era de unas 100 mil, pero con las medidas dispuestas por el Ministerio de Medio Ambiente en Valle Nuevo se dejaron inactivas unas 20 mil.



¿Y qué hacer para cultivar más en menos terreno? Pregunta elCaribe. “Tú lo que tienes es que buscar aumentar la productividad, porque la tierra no crece. Es todo lo contrario… en la medida que llueve, a veces vas perdiendo terreno”, explica Bernabé Rodríguez. Constanza se caracteriza por tener terrenos elevados, montañosos (otros son más planos) pero en todo caso es posible usar tecnología, porque hay unas (tecnologías) que se adaptan perfectamente al valle, haciendo eficiente el uso de agua.

La mayoría de terrenos en Constanza se irriga con microaspersión. El goteo es más eficiente, pero resulta más costoso.

“En Valle Nuevo había una agricultura amplia. Eso se está conservando, como debió ser siempre, pero de entrada crea un impacto negativo en la producción. Hemos bajado entre un 30 y un 35% de la producción que venía de esa zona. Hemos ido haciendo los ajustes y el valle, poco a poco se va recomponiendo luego de esa pérdida”, sostiene el directivo de la cooperativa.

Y agrega: “Lo negativo que podríamos tener es que el ajo, un cultivo de gran importancia para toda la historia de Constanza, en los últimos años ha mermado bastante y con el cierre de Valle Nuevo baja más”. Según las informaciones que maneja, en el año 2016 se sembraron solo 1,900 tareas y este año 2017 todo apunta a que será mucho menos. Desde el punto de vista del gerente de la cooperativa Valle Verde, el ajo es de gran importancia porque estabiliza los otros rubros. “Ahora mismo, nosotros estamos con dos cultivos líderes, que son la papa, con una gran producción que se mantiene todo el año, y la zanahoria. En menor cantidad se producen todos los rubros que se sirven como ensalada en la mesa dominicana”, sostiene Bernabé, en un diálogo en las primeras horas de la mañana. Es común por aquí que el productor esté “de pies” antes de que salga el sol.

“Esta es una zona que se mantiene produciendo. Esto es lo que se llama un valle encantado”, dice uno de los trabajadores que llena un saco de zanahoria en una finca ubicada en el trayecto hacia Agua Blanca.

La falta de relevo es una de las amenazas latentes

Entre los cosecheros del municipio Constanza está claro que si se quiere seguir tecnificando hay que contar con dinero para eso. “Tú siempre tendrás buena tecnología, en término de preparación de suelo y del uso del agua… Hay mucha gente que se ha cambiado de microaspersión a usar la tecnología de goteo, porque tienen sus recursos (dinero) y eso les baja costos y son más eficientes, además de que a través del mismo goteo ponen fertilizante a las plantaciones”, explica el productor de vegetales de la comunidad Tireo.

A futuro, la principal amenaza para el valle constancero es la falta de relevo generacional. “Los productores no han ido dando el paso hacia el relevo, advierte el gerente general de la Cooperativa Agropecuaria Valle Verde. “Los muchachos se nos están yendo para la capital y para Santiago. Cuando los troncos se van cayendo, las tierras se van abandonando, porque los que deben ser el relevo, no están en eso. Necesitamos incentivar más a la juventud y crearles los incentivos para que vean que la agricultura es una actividad rentable y que sus padres los han formado ahí y ellos deben mantenerse firmes”, indica.

Preocupación

Uno de los proyectos que demandan los pobladores de esta zona es el reordenamiento territorial.

El cambio

Constanza experimenta un crecimiento horizontal, con casas de un solo nivel. Eso le está restando tierras a la producción.

Bernabé dice:

“Nos preocupa la compra de tierra que hace mucha gente de la capital para construir cabañas, ocupando suelos agrícolas aquí”.