La muerte de un joven en la comunidad Pedro Brand, vinculado a la Federación Nacional de Transporte La Nueva Opción (Fenatrano), y la agresión a un empresario del transporte en el elevado de la avenida 27 de Febrero, en menos de 48 horas, ha despertado los temores de que estos episodios se conviertan en la reapertura de los enfrentamientos en el sector transporte, que en los últimos años ha provocado al menos seis asesinatos.

El atentado en el que murió el joven Luis Alberto Linares Figueroa (Maykol Figueroa), quien iba acompañado de una hermana y un amigo en una motocicleta, es atribuido a presuntos sicarios relacionados con dirigentes del sector transporte que guardan prisión por hechos similares.



Indica el periódico Listindiario.com que en el caso del empresario del transporte Mejía Medina, de 48 años, quien fue herido de bala en el elevado de la avenida 27 de Febrero con la calle Doctor Delgado, de la capital, por dos hombres que conducían una motocicleta, las autoridades investigan si está vinculado con las muertes, por encargo, en el sector transporte.



En la guerra por disputas de rutas entre sindicatos han sido asesinados seis dirigentes choferiles pertenecientes a Fenatrano y a la Federación Nacional de Transporte Amigos de Peña Gómez (Fenatrapego), hecho por el cual están detenidas varias personas con medida de coerción.

Tal es el caso de Arsenio Quevedo (El Cinqueño), expresidente de la Unión Nacional de Transportistas y Afines (Unatrafin), quien está acusado de ser el cerebro y financiador de una red de sicariato, mientras que el regidor del municipio Pedro Brand, Erickson de los Santos Solís (Ney), se le imputa ser el encargado de supervisar el comando encargado de ejecutar a cuatro choferes.

En el caso de la muerte de los sindicalistas del transporte Overnys Guerrero, Mateo Nieves de Jesús y Ángel Javier, también se vinculan a Amauris Cabrera Martínez, Félix Lora de Jesús (Félix), Cristino Batista Roa (El Mayory) y Danilo Octavio Reynoso Recio ( Danilo el Prieto).

El grupo fue enviado a juicio de fondo por la jueza del Séptimo Juzgado de la Instrucción del Distrito Nacional, Kenya Romero, y la audiencia está pendiente de conocimiento.

Espera justicia

La señora Mónica Figueroa Encarnación, residente en el sector Pedro Brand, madre de Maykol, dijo, entre llantos, esperar que se aplique justicia en el caso del asesinato de su hijo.

Dijo que su hijo salió el pasado domingo en compañía de una hermana y un amigo en su motocicleta, pero que en el trayecto fueron tiroteados por desconocidos que se trasladaban en un automóvil blanco.

Niegan tuviera inconvenientes

Mientras que la familia del dirigente de choferes, Mejía Medina, quien inicialmente fue recluido en cuidados intensivos del Centro de Otorrinolaringología y Especialidades, negó que éste tuviera diferencias con otras personas.

“No sé qué está pasando con la justicia, no sé en realidad. A pocos metros del Palacio Nacional, eso es algo como que no hay justicia. ¡Caramba! Ni eso respetan”, expresó Julio César Medina, hermano del dirigente de choferes.

Medina dijo que ahora lo importante es que la salud de su pariente mejore, y afirmó que el hecho los “tomó de sorpresa porque nuestro hermano no tiene problemas. Pero ahora lo importante es su salud”.

Autoridades del Centro se negaron a ofrecer informaciones a la prensa sobre la salud del paciente. Sin embargo, se pudo observar cuando trasladaron a Mejía Medina de la Unidad de Cuidados Intensivos al primer piso del centro de salud.

Sectores ligados al sector transporte se han pronunciado en ocasiones a la situación de violencia en que siguen “encerrados” esos movimientos en plenas vías públicas y en otros espacios públicos, una situación que se ha cobrado la vida de varios choferes a manos de una supuesta red de sicariato.

Para estos sindicalistas, que ven como “una vergu¨enza” esos hechos, es preocupante lo que está pasando en ese sector.

Algunos han señalado que grupos ligados a mafias han usado los servicios de sicarios para actuar contra sus adversarios, algo que juzgan un caso “muy grave”. Sin embargo, pese a la mala imagen que ese sector tiene en la poblacion, dirigentes de choferes defienden que no todos están marcados con conductas violentas.