La construcción de los prototipos del que podría ser el nuevo muro entre México y Estados Unidos que desea levantar el presidente de EE.UU., Donald Trump, comenzó hoy en el área de Otay Mesa, en California, informó la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP).

La zona en la que se erigirán los prototipos está muy vigilada por fuerzas del orden, que cuentan con un plan de contingencia en caso de que se registren manifestaciones en el lugar de construcción de este polémico proyecto.



Las seis compañías seleccionadas en el proceso de licitación, que construirán cuatro prototipos de cemento y otros cuatro de otros materiales, tendrán treinta días para levantar sus modelos de muro.

Los prototipos tendrán entre 5,5 y 9,1 metros de altura y están diseñados para «disuadir el cruce de indocumentados» en el área y cumplir así con los requisitos establecidos por la Patrulla Fronteriza, detallaron las autoridades en un comunicado.



«Estamos comprometidos con proteger nuestra frontera y eso incluye la construcción de muros fronterizos», señaló en un comunicado Ronald Vitiello, comisionado interino de CBP, quien agregó que la estrategia de seguridad fronteriza incluye barreras físicas, infraestructura, tecnología y personal.

Esta zona de San Diego, donde ya existe una doble valla de separación, fue seleccionada por ser una de las zonas con mayores índices de delincuencia.

Según el responsable de CBP, seguir adelante con el proceso de construcción del muro permite dar un paso más para incorporar todas las herramientas necesarias para asegurar nuestra frontera.

Los prototipos se construirán uno al lado del otro en un terreno situado a escasos metros del actual vallado que divide Otay Mesa (California) y Tijuana (México).

En el lugar de las obras, cuya entrada linda con el cruce de camiones que ingresan en Estados Unidos desde México, se observan ya decenas de vehículos pesados con equipo de construcción que superaron un filtro de seguridad antes de entrar en esta área de acceso restringido.

En las calles cercanas se han colocado letreros que prohíben a vehículos estacionar a partir de hoy y hasta el próximo 10 de noviembre.

La idea es que, en la mayor parte de los 3.180 kilómetros de frontera, haya una verja que permita ver qué ocurre en el otro lado y que, en algunas zonas de mayor peligrosidad, exista un muro sólido, hecho con materiales consistentes como cemento.

La construcción de este muro fue una de las principales promesas electorales de Trump, que, sin embargo, carece de las cantidades millonarias para su construcción, por lo que llegó a amenazar con provocar un cierre parcial del Gobierno si los demócratas se niegan a incluir en el presupuesto los fondos para levantarlo. EFE