El gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosselló, dijo ayer  temer una «crisis humanitaria» en la isla si Estados Unidos no toma «medidas inmediatas» para ir en ayuda de ese territorio estadounidense devastado por el huracán María.

«Si no queremos provocar una situación de crisis humanitaria en los Estados Unidos, tenemos que tomar acción inmediata», dijo Rosselló durante una rueda de prensa en la capital San Juan.



«Si queremos evitar que un éxodo masivo se provoque, tenemos que tomar acción», insistió, invitando al Congreso estadounidense a responder «rápidamente» para enviar recursos que ayuden a atender la crisis dejada por María en ese Estado libre asociado a Estados Unidos.



El huracán María golpeó Puerto Rico el miércoles como una tormenta de categoría 4 (en una escala de 5), dejando 13 muertos y miles de personas afectadas por inundaciones.

Desde entonces la situación ha empeorado para los 3,4 millones de habitantes de la isla, enfrentados a una escasez de víveres y combustible, cortes de energía y una red de telecomunicaciones casi enteramente destruida.

Una foto, captada por los satélites de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) mostraron cómo la isla quedó casi por completo sin luz tras el paso del huracán.

«La magnitud de esta catástrofe es enorme», dijo Rosselló, recordando la complicada situación económica de Puerto Rico, que adolece de una deuda abismal de más de 70.000 millones de dólares.

«Tenemos mucho trabajo por hacer, nos damos cuenta de eso», le respondió en la misma conferencia de prensa el jefe de la agencia estadounidense de gestión de emergencias FEMA, Brock Long.

«Trabajamos sin parar para restablecer» la situación, afirmó, indicando que la prioridad era «todavía salvar vidas».

De su lado, Thomas Bossert, consejero de Seguridad Interior del presidente estadounidense Donald Trump, reconoció una «gran devastación» y auguró una «larga recuperación», pero prometió la ayuda necesaria.

«Van a obtener lo que necesitan para recuperarse», apuntó.

Trump reconoció este martes la trágica conjunción de crisis financiera, infraestructura desfasada y devastación causada por el huracán, advirtiendo en Twitter que la isla está en un «profundo problema» y subrayando que la prioridad es enviar alimentos, agua y medicinas.

En Puerto Rico, algunos habitantes dicen ser tratados como ciudadanos de segunda y se preguntan si los fondos federales serán igual de sustanciosos que los de Texas por el huracán Harvey y Florida por Irma.

Pero la Casa Blanca rechazó este lunes cualquier crítica al manejo de los desastres provocados por María en Puerto Rico.

«Hemos hecho una movilización sin precedentes en términos de fondos federales para los habitantes de Puerto Rico y otros que han sido impactados por estas tormentas», dijo Sarah Huckabee Sanders, portavoz del Ejecutivo estadounidense.

«Seguiremos haciendo todo lo posible para asistirlos», añadió.

AFP