Las leyes que requieren periodos de espera antes de comprar armas de fuego en Estados Unidos salvan cientos de vidas al año, según un estudio de la Universidad de Harvard.

Estados Unidos registra más de 33.000 muertes asociadas a armas de fuego al año, entre ellas 22.000 suicidios, según el estudio publicado este lunes en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).




Los investigadores estudiaron el impacto de las leyes que exigen a los compradores un período de espera antes de adquirir un arma en el número de fallecidos.

Compararon las muertes producidas por armas de fuego en los estados que carecen de dichas leyes con los que sí las tienen, entre 1970 y 2014. En ese periodo, 44 estados tuvieron lapsos de espera de algún tipo.



«Los periodos de espera se asociaron a unos 36 homicidios menos por armas al año» en un estado con un número promedio de fallecimientos, indica el estudio.

Estos lapsos también se «asociaron a entre 22 y 35 menos suicidios con armas de fuego al año», añade.

La segunda parte de la investigación se centró en el periodo de 1990 a 1998, cuando una ley federal conocida como Brady Act exigió que 19 estados adoptaran nuevos periodos de espera para la compra de armas.

En este caso, se «asociaron con 39 muertes menos y 17 suicidios menos por armas de fuego».

En 2014 solo 17 estados, incluyendo la capital Washington D.C., tenían leyes que exigen lapsos de espera para la compra de armas, «evitando probablemente unos 750 homicidios».

«Expandir la política del periodo de espera a todos los otros estados del país podría prevenir 910 homicidios adicionales al año», aun sin imponer restricciones sobre quiénes pueden poseer armas, concluye la investigación.

A comienzos de octubre un hombre armado disparo sobre los asistentes a un concierto de música country en Las Vegas, con saldo de 58 muertos y 550 heridos, lo que constituyó el tiroteo más sangriento de la historia reciente de Estados Unidos.