El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, le dio el jueves un 10 sobre 10 a la respuesta de su gobierno en Puerto Rico, un territorio estadounidense en el Caribe azotado por el huracán María hace un mes y donde el 80% sigue sin electricidad.

El mandatario defendió la gestión del gobierno federal ante el enorme esfuerzo de reconstrucción al reunirse con el gobernador de Puerto Rico, Ricardo Roselló, en la Oficina Oval.



«Les hemos dado tanta ayuda, tan rápido. En realidad estábamos allí antes que golpeara la tormenta», dijo Trump, en declaraciones a periodistas.

Preguntado sobre cómo calificaría la respuesta de la administración en una escala de 10, Trump respondió: «Nos doy un 10».



«Hemos hecho un gran trabajo», agregó.

A su lado, Roselló no aventuró ninguna calificación. Dijo que Trump había cumplido todas sus peticiones, pero insistió en que es necesario hacer mucho más para evitar un desastre humanitario.

Trump había advertido que la ayuda federal para Puerto Rico no sería eterna, pero el jueves indicó que se podría encontrar una mezcla de subvenciones y préstamos para reconstruir la isla, especialmente, la destruida red eléctrica, la cual, recordó, estaba en mal estado antes del pasaje de María.

Trump también pareció suavizar algunos comentarios suyos previos en los que pareció culpar a los puertorriqueños por su difícil situación.

«No es culpa de la gente, perdieron su casa, fueron devastados», dijo. AFP