Una experta investigadora asociada de Departamento de Salud, Conducta y Sociedad en la Escuela de Salud Pública Johns Hopkins Bloomberg, denunció que entre 60 y 100 mil mujeres que hacen trabajo sexual, sufren discrimen, estima y negación de sus derechos humanos básicos.

La doctora Diane Kerrigan sostiene que esa población de trabajadoras sexuales que vive con el virus del VIH, está sometida a estigma y discriminación, pobreza, deficiencia en salud mental, uso de sustancias y deficiencias y prejuicios en la calidad de su atención médica que se les presta.




Destaca que la investigación participante llamada Abriendo Puertas, arroja como resultado que estas mujeres aspiran a cambiar de oficio y a ser tratadas con dignidad y sin discrimen.

El promedio de edad de esas mujeres, dijo Kerrigan, fue de 36 años, el 81% tenía hijos, el 57 % trabaja en la calle y el promedio del tiempo en ese trabajo era de 15 años.



Como promedio, dijo, esas mujeres tenían siete años de educación y el 81 % tenía una pareja regular. La prevalencia de VIH era del 4.4%.

Destaca Kerrigan que se demostró en la investigación, que esas mujeres son capaces de elevar su autoestima, su confianza en sus posibilidades de vivir en dignidad, siempre que reciban un trato adecuado, particularmente en los servicios de salud.

La expositores tuvo a su cargo la conferencia magistral con motivo del 15 aniversario de la Unidad de Estudios de Vacunas e Investigación del Instituto Dermatológico, desde el cual dirigió el estudio Abriendo Puertas, proyecto destinado a emancipar socialmente a estas mujeres.

El acto del aniversario de la Unidad de Vacunas e Investigación del Instituto Dermatológico, fue realizado en el Gran Salón del Hotel Sheraton, con la participación de los doctores Víctor Pou Soárez (director del Instituto Dermatológico), Luis Ernesto Félix Báez, (Dirección General de Control de las Infecciones de Transmisión Sexual y Sida (DIGECITSS) y el licenciado Santo Rosario, (del El Centro de Orientación e Investigación Integral COIN).

La doctora Kerrigan indica que el estudio no aleatorio Abriendo Puertas ha servido para demostrar que las trabajadoras sexuales tienen condiciones para enfrentar las duras condiciones de vida que les afecta, variando su centro de actividades hacia proyectos autogestionarios.

Durante la conferencia magistral presentada este martes en el Gran Salón del Hotel Sheraton, la investigadora sostiene que las mujeres que hacen trabajo sexual están sometidas a condiciones que ellas quisieran dejar para vivir y moverse en otra calidad de vida.

La doctora Deanne Kerrigan, de la Universidad Johns Hopkins Bloomberg, mientras exponía sobre las condiciones de vida de las trabajadoras sexuales dominicanas que viven con virus de VIH.

“La importancia de Abriendo Puertas, la acción que nos trajo a República Dominicana es que no se trata solo de denunciar las duras condiciones de vida de ellas, sino que se logró evidencia de que tienen el potencial, si se les crean las condiciones, de luchar por salir de ese esquema existencial empobrecido.

Detalló que para desarrollar Abriendo Puertas se inició con 250 mujeres trabajadoras sexuales de las cuales 228 completaron el estudio que duró 10 meses.

El uso de sustancias predijo la falta de supresión viral desde la línea basal hasta el seguimiento indicando la necesidad de apuntar los usuarios de drogas en el futuro

El estigma y discriminación del trabajo sexual, violencia y uso de sustancias, son las barreras para lograr resultados óptimos del VIH entre trabajadoras sexuales que viven con VIH e indica que esas dificultades culturales pueden ser parcialmente abordadas por apoyo psico-social y actividades basadas en la solidaridad.

Por José Rafael Sosa