La cotización de la moneda virtual bitcoin, a la baja desde el martes aunque parecía estar a punto de establecerse en los 20.000 dólares, caía de nuevo brutalmente desde el viernes por la mañana en Asia, acercándose a los 13.000 dólares.
Hacia las 12:00 horas de Tokio, el bitcoin se cambiaba por cerca de 12.248 dólares, en comparación con los 15.800 dólares aproximados al empezar la mañana, es decir, una caída diaria de más del 16%, según datos recabados por la agencia Bloomberg. Luego recuperó valor para situarse en el orden de los 14 mil dólares, pero con una volatilidad aún mayor que la habitual.
La moneda virtual está siendo objeto de una intensa especulación y su cotización se ha disparado desde mediados de noviembre, mientras que empezó el año en torno a los 1.000 dólares.

Al contrario que el dólar o el euro, este medio de pago no se emite por los Bancos Centrales sino que está creado de manera descentralizada por ordenadores que emplean complejos algoritmos.
Los bancos, que en el caso del bitcoin no juegan su clásico papel de intermediarios en las transacciones financieras, critican particularmente una falta de transparencia en el establecimiento de su precio, cuya vertiginosa subida fue juzgada el jueves por el gobernador del Banco de Japón, Haruhiko Kuroda, de «anormal».
Aún así, el bitcoin ganó legitimidad este mes después de que dos mercados bursátiles estadounidenses de Chicago lanzaran productos especulativos basados en esa moneda virtual.
La volatilidad e inestabilidad de la economía mundial ha causado tantos estragos en las naciones y personas que se ha perdido la confianza en el sistema bancario y financiero y, ahora, las cripto-monedas. La corrupción y la ganancia rápida de negocios que producían abultados dividendos promovido por las grandes corporaciones, sin importar que sus actuaciones fueran éticas o no, ha llevado a muchos a la bancarrota y hasta suicidios de inversionistas y ejecutivos. Tan cruel e indiferente se ha vuelto el mundo, que ya no importa qué consecuencias puedan desencadenar el comportamiento irresponsable de un individuo, grupo o conglomerado si estos logran sus propósitos egoístas. Ya poco importa la credibilidad en las personas; tesoro preciado de nuestros antepasados. No en vano la Biblia profetizó que en los últimos días la situación iba a ser muy difícil. La gente sería amadora del dinero {…} desleal {…} amadora de placeres más bien que amadores de Dios. (2Timoteo 3:1-5) Pronto, El Dios del cielo cambiará la situación del mundo y permitirá que vivan en la tierra personas que muestren verdadero amor por el prójimo. Salmos 37:9-11,29. Nadie será deshonesto jamás. Proverbios 2:20-22. Para más información, visitar jw.org.
Eso va a ser como una puja, una apuesta, donde los pendejos como siempre seran los perjudicados.
Si tengo un buen capital yo compro bitcoin encantidad considerable semanalmente y logivamente eso hara que suba. Al subir mas personas amistades mias haran lo mismo al igual que yo, lo que hara que suban por la inusual demanda. Luego nos ponemos de acuerdo todos y sacamos nuestro dinero (las vendemos). El precio va a caer de golpe y los que no vendieron a tiempo salen perdiendo.
Es como una especie de piramide. La ventaja es que te puedes quedar con tus bitcoins devaluados y valiendo mucho menos dinero de lo que pagaste por ellos y esperar pacientemente a que otro grupo mas haga lo mismo y comience a abultar el precio y repetir el ciclo. Cuabdo se abulte el precio nuevamente saca tu dinero y monta una paletera