El presidente estadounidense, Donald Trump, recibió este viernes a seis desertores norcoreanos en la Oficina Oval de la Casa Blanca, un encuentro cargado de simbolismo en medio de las tensiones entre Estados Unidos y el régimen de Pyongyang.

El grupo, cuyas historias fueron descritas por Trump como «increíbles y verdaderamente inspiradoras», incluye un banquero con conocimiento sobre las operaciones del régimen en el exterior, un exprisionero político y el amputado Ji Seong-ho.



AFP

Ji Seong-ho, que escapó de Corea del Norte en 2006, ocupó el martes un lugar de honor a pocos asientos de la primera dama Melania Trump, en el Congreso durante discurso anual del presidente.

Desde que llegó a la presidencia, el presidente estadounidense ha hecho diversos comentarios belicosos sobre Corea del Norte y ha prometido que no permitirá que Pyongyang desarrolle armas nucleares que puedan alcanzar territorio estadounidense.



Pero aceptar de esta forma a desertores norcoreanos en la Casa Blanca, podría enfurecer al régimen mucho más que cualquier comentario verbal.

El encuentro se produce en un momento particularmente sensible, cuando los Juegos Olímpicos de invierno están a punto de empezar en Corea del Sur.

El líder norcoreano Kim Jong-un, a quien Trump llamó despectivamente «hombre cohete», ha estado poniendo presión con el programa armamentístico y da pocas muestras de echarse atrás.

Por su parte, Trump ha impulsado la imposicion de un embargo petrolífero a Corea del Norte, una medida que podría perjudicar significativamente las operaciones militares del país y su economía a gran escala.

Según fuentes diplomáticas, estos esfuerzos se han enfrentado a la oposición del líder chino, Xi Jinping, para quien dicho embargo podría causar el colapso del país.

Trump habló de este asunto en llamadas separadas con los líderes de Japón y de Corea del Sur este viernes.

Tras una llamada con el primer ministro japonés Shinzo Abe, la Casa Blanca señaló que ambos líderes se mostraron de acuerdo en «intensificar las campañas internacionales de máxima presión para desnuclearizar Corea del Norte».

Mientras en la llamada con el presidente surcoreano, Moon Jae-in, Trump deseó «a él y al pueblo surcoreano unos exitosos Juegos Olímpicos de invierno».