Una vez más, y ya son demasiadas, el alero LeBron James, se enfrenta ante el reto de tener que levantar la moral y el juego de los Cavaliers de Cleveland cuando disputen el tercer partido de las finales de la NBA que ahora pierden con parcial de 0-2 al mejor de siete.

James, cuatro veces ganador del Premio de Jugador Más Valioso (MVP) de la liga, nueve Finales de la NBA, tres títulos en su haber y con varias marcas históricas en su haber, es más consciente que sólo una victoria les puede meter en la competición y lo que es más importante darles la esperanza que pueden repetir la hazaña del 2016 cuando remontaron una desventaja de 1-3 para ganar el título.



«Tenemos que ser honestos, una vez más estoy en desventaja en una serie donde no sólo mi equipo ha perdido los dos primeros partidos sino que nos enfrentamos a un rival, que cuenta con cuatro estrellas, que en el apartado individual cada una de ellas puede definir un partido», comentó James al valorar lo que les espera en el próximo duelo.



Cierto que los Cavaliers tienen 8-0 en los partidos de playoffs que han disputado en su campo del Quickens Loans Arena, pero sus rivales en nada se parecen a los Warriors, los actuales campeones de liga, que son muy superiores como equipo y a nivel individual con el base Stephen Curry, el alero Kevin Durant, el escolta Klay Thompson, y el ala-pívot Draymond Green.

«Que estoy listo para luchar, de eso no hay ninguna duda, que buscaremos la oportunidad de ganar el tercer partido es algo que ni se cuestiona, pero también hay que ser realista de saber con quienes nos enfrentamos, aunque sea en nuestro campo», comentó James al concluir el entrenamiento. «Son muy completos, lo tienen dentro de la plantilla».

Es con la que sueña James tener con los Cavaliers, quienes al margen de cuál sea el desenlace que dejan las Finales, son conscientes que la única opción con la que cuentan para retener a su estrella es que cuando se abra el mercado de los agentes libres consigan al menos a dos jugadores de calidad.

James reconoció tras las derrotas sufridas en los dos primeros partidos que no soporta el perder cuando lo ha dado todo en el campo, pero a la vez debía olvidarse de lo sucedido en Oracle Arena de Oakland y pensar en la oportunidad del tercer partido.

De ahí, lo importante de ganarlo y comenzar una remontada, que se presenta muy «complicada» desde todas las perspectivas que se analicen.

La primera las estadísticas, reponerse dos veces en una misma postemporada de un déficit de 0-2 no tiene precedentes, pues Cleveland es el noveno equipo que está en esa posición luego de que los ocho anteriores no pudieron ganar la segunda serie en la que perdieron los primeros dos partidos.

En la historia de las finales de la NBA, sólo cuatro equipos con déficit de 2-0 en la serie se han recuperado para ganar el título y los últimos en lograrlo fueron, precisamente, los Cavaliers, en 2016 y ante los Warriors que habían estado arriba en la serie 3-1 hasta que se hundió físicamente Curry y Green cayó en la provocación de James, que le costó una suspensión.

Los otros tres equipos que lo han logrado son los Heat de Miami en el 2006 contra los Mavericks de Dallas al conseguir cuatro triunfos consecutivos.

En 1977, los Trail Blazers de Portland contra los Sixers de Filadelfia, que también ganaron cuatro partidos seguidos y los Celtics de Boston, en 1969, ante Los Angeles Lakers.

Si las estadísticas y la historia no benefician a los Cavaliers, tampoco el rendimiento en el campo ha sido bueno, de ahí que su entrenador Tyronn Lue tenga listas nuevas rotaciones dentro del equipo, como será darle más minutos al escolta Rodney Hood.

Pero tanto Lue como, especialmente, James reconocieron, en vísperas del tercer partido, que para ganar a los Warriors hay que jugar con la misma consistencia defensiva los 48 minutos del partido, tener algo de suerte, ellos mismos salir con la mejor inspiración encestadora.

Mientras, los Warriors, están simplemente a la espera de poder contar con el escolta Andre Iguodala, como elemento nuevo de apoyo al equipo, y admiten que no tienen ningún tipo de presión, aunque si son conscientes que un triunfo les acercaría a revalidar el título de campeones.

«No es seguro que Iguodala esté con nosotros en el tercer partido, pero sí lo hará en el cuarto y eso es otra nota importante de cara a la moral del resto de los compañeros», explicó Kerr. «Al margen de los jugadores que vayan a estar en el campo, no tengo ninguna duda que vamos a realizar un gran baloncesto».

Kerr también adelantó que esperan la versión más agresiva y dura de James y los Cavaliers en su objetivo de conseguir la victoria que los meta de nuevo en la serie, pero estarán «preparados».

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EFE