Los especialistas en seguridad están muy acostumbrados a escuchar las siguientes palabras de boca de padres consternados, después de una tragedia causada porque un niño no iba debidamente sentado en un asiento de seguridad para el auto: «Es que sólo íbamos al supermercado…», «Odia viajar en su asiento de bebé y por una vez le di el gusto …», o «Estaba muy fastidioso, por eso lo saqué por un minuto del asiento para calmarlo».

Recuerda, un solo descuido puede resultar en algo lamentable para toda la vida.



Recuerda que el uso estricto y correcto del asiento infantil de seguridad para autos es la ley. Según la ley, en los 50 estados de los EE.UU., tu hijo de hasta 18 meses de edad debe estar sujeto adecuadamente en un asiento de bebé para auto, y la mayoría tienen leyes que requieren el uso de dichos asientos hasta que el niño tenga al menos 3 años de edad.



Varios estados (California, Oregón y Nueva Jersey, entre otros) ahora exigen que los niños usen asientos elevadores para el auto (booster seats) hasta que pesen 60 lbs. (27 kg) o hasta más, dependiendo del estado.

Los asientos de seguridad reducen radicalmente el riesgo de muerte o lesiones graves en un choque. Stephanie Tombrello, directora ejecutiva de la organización sin fines de lucro para la seguridad de los pasajeros “SafetyBeltSafe U.S.A.”, exhorta a todos los padres a adquirir un asiento de seguridad que sea sencillo de usar, y a adquirir el hábito de colocar siempre al niño en el asiento.

Usar un asiento de seguridad para auto, viejo o de segunda mano

Ese asiento de seguridad que conseguiste en una tienda de segunda mano a una mínima parte de su precio original, aunque te parezca un excelente negocio, podría llegar a costarle la vida de tu niño. Lo mismo vale para ese modelo más viejo de asiento que tu hermana te pasó cuando a su niño ya le quedó pequeño.

No sólo es poco probable que un asiento usado venga con las instrucciones del fabricante (esenciales para su correcta instalación), sino que además podría faltarle alguna pieza importante, podría haber estado en algún accidente (incluso daños no visibles podrían afectar su correcto funcionamiento), no cumplir con los estándares vigentes de seguridad o corresponder a un modelo que haya sido retirado del mercado por fallas de diseño.

Por otra parte, el plástico se vuelve frágil con el paso del tiempo, de modo que un asiento de muchos años podría romperse en un choque.

Si no tienes otra alternativa que usar un asiento de segunda mano, asegúrate de que tenga las instrucciones originales (o ponte en contacto con el fabricante para obtener una copia de ellas) y fíjate que estén todas las piezas (constátalo con el manual), que nunca haya pasado por un accidente grave y que no haya sido retirado de la venta. (Verifica aquí si tu asiento corresponde a un modelo retirado).

Además, para evitar los peligros asociados con el envejecimiento del plástico, SafetyBeltSafe U.S.A. recomienda buscar asientos de seguridad para auto que tengan menos de cinco años, y que nunca superen los 10 años. Generalmente podrás encontrar una fecha de vencimiento en alguna parte del asiento.

Colocar demasiado pronto al niño con el asiento de bebé orientado hacia adelante

Los niños tienen cabezas grandes y cuellos relativamente débiles, por eso en un choque frontal (la clase más común de colisiones) la cabeza del niño puede sacudirse hacia adelante repentinamente y con violencia, produciendo daños en la columna vertebral. Por este motivo, mantén a tu niño con el asiento de bebé mirando hacia atrás todo el tiempo que sea posible.

Las más recientes recomendaciones de la Academia Estadounidense de Pediatría (AAP, por sus siglas en inglés), de marzo de 2011, indican que los asientos de autos para bebés y niños deben permanecer orientados hacia atrás, en la parte posterior del auto, hasta que los pequeños cumplan 2 años de edad. O bien, hasta que alcancen la altura y el peso máximos establecidos por el fabricante del asiento.

Anteriormente la AAP recomendaba que una vez que los bebés cumplieran 1 año de edad y pesaran más de 20 libras (9 kg) sus asientos de seguridad se podían orientar hacia delante, en la parte trasera del auto.

La AAP afirma que los accidentes automovilísticos son la primera causa de muerte de los niños mayores de 4 años. Asimismo, señala que los menores de 2 años de edad, que viajan en asientos orientados hacia la parte de atrás del auto, tienen 75 por ciento menos de posibilidades de fallecer o de resultar heridos en caso de un accidente automovilístico.

Sacar al niño de su asiento de bebé o de su asiento elevador demasiado pronto
Aunque las leyes sobre asientos de seguridad varían de estado a estado, todas ellas exigen que los niños menores de 3 años viajen en un asiento de seguridad. Los especialistas son inequívocos en sus recomendaciones sobre viajes seguros más allá de esa edad:

Si tu niño es mayor de 2 años debería viajar en un asiento de seguridad, con un arnés de cinco puntos de sujeción, orientado hacia delante, hasta que alcance el peso y la estatura máximos establecidos por el fabricante del asiento, recomienda la AAP.

Tu niño debería viajar en un asiento elevador cuando ya no quepa en sus asiento de bebé o niño pequeño para el auto. Debe continuar usando un asiento elevador hasta que tenga entre 8 y 12 años de edad y midan 4 pies y 9 pulgadas (1,45 cm). Así lo sugiere la AAP.

La AAP no recomienda los asientos elevadores que se usan solamente con el cinturón de seguridad del auto para el regazo, en lugar del cinturón que cruza todo el cuerpo (en inglés se llaman shield boosters).

Durante un accidente automovilístico, un cinturón para el regazo sobre la pancita de tu hijo podría resultar en lesiones en el estómago, hígado o bazo. Si el cinturón que va sobre el hombro se usa muy alto puede causar lesiones en el cuello y dañar la espina dorsal.

Un asiento elevador con el respaldo elevado proporciona el apoyo necesario para la cabeza si el asiento de tu vehículo es bajo o no tiene apoyo para la cabeza, mientras que un asiento elevador sin respaldo lo puedes usar en asientos de auto que ofrecen suficiente apoyo para la parte posterior de la cabeza.

Averigua cuándo debes pasar a tu hijo de su silla de seguridad para el auto al asiento alzador.

No instalar correctamente el asiento de seguridad

El asiento de seguridad no cumplirá su función si no se instala correctamente. Entre los errores más comunes se encuentran: no ajustar bien el asiento de seguridad y no usar el tipo de cinturón de seguridad correcto para sujetar a tu niño en su asiento elevador. Es indispensable que controles que los asientos de seguridad no se inclinen hacia adelante ni se deslicen de un lado a otro más de una pulgada (2,5 cm).

Mejor aún, utiliza un sistema de anclaje de ser posible. Por ley, todos los asientos de seguridad para auto y los vehículos fabricados a partir de septiembre de 2002 deben ser compatibles con el sistema LATCH (siglas en inglés que significan “Anclajes Inferiores y Correas de Sujeción para Niños”).

Este sistema combina las correas de sujeción superiores que ya existían con anclajes inferiores, incorporados a la parte trasera del auto. Algunos automóviles fabricados entre 1999 y 2002 también traen el sistema. El asiento para auto combinado que integra el asiento para bebés y niños pequeños con el asiento elevador debe poseer ambas sujeciones, superior e inferior; no es necesario que los asientos elevadores funcionen con el sistema LATCH.

Los propietarios de automóviles de modelos anteriores deberían agregar el sistema LATCH a su vehículo. Consulta en tu agencia local de automóviles sobre los costos y la posibilidad de hacerlo.

También puedes solicitar a un especialista que supervise la correcta instalación del asiento de seguridad. Encuentra un puesto de control de asientos de seguridad para niños cerca de tu domicilio.

No usar el clip o broche metálico para fijar el cinturón o usarlo incorrectamente

Si tu auto es un modelo anterior a 1996, es muy posible que los cinturones de seguridad de regazo y hombro no ajusten a menos que el vehículo se detenga de repente.

Eso significa que necesitarás un broche o clip de sujeción —un pequeño dispositivo metálico que se asemeja a un gran clip o sujetapapeles, o a una letra I mayúscula de gran tamaño— para mantener firme el cinturón de seguridad (y por lo tanto el asiento de tu niño) en caso de un choque.

Una vez que asegures bien el asiento de tu niño, controla si puedes moverlo más de una pulgada hacia el frente o los laterales del auto. En caso afirmativo, coloca el broche o clip de sujeción aproximadamente media pulgada (1,3 cm) por encima de la hebilla, no del lado del asiento de seguridad de tu niño donde se cruzan ambos cinturones de hombro y regazo antes de pasar por la ranura apropiada del asiento de seguridad.

Si no encuentras el broche o clip de fijación que venía con tu asiento de seguridad, ponte en contacto con el fabricante para pedir uno de repuesto o compra uno nuevo en una tienda que venda asientos de bebé para auto y otros artículos de seguridad.

No asegurar a tu niño en el asiento

Fíjate que las correas del asiento de seguridad estén lo suficientemente ajustadas como para sujetar firmemente a tu niño en caso de que ocurra un accidente:

Coloca a tu niño en su asiento, controlando que las correas de sujeción no estén retorcidas, y luego utiliza el mecanismo en la parte de adelante del asiento del niño para ajustar las correas. No debería quedar espacio para que sostengas entre tus dedos la correa.

Desliza el broche o clip plástico que sujeta las dos correas hasta el nivel de las axilas antes de asegurarlo. Si el clip está demasiado bajo, tu niño podría ser despedido del asiento en un choque.

No fijar el asiento de seguridad al auto

Aunque parezca increíble, muchos padres que son citados por infracciones relacionadas con asientos para auto colocan a sus niños en el asiento de seguridad, pero se olvidan de fijar el asiento al auto. Esto puede ser el resultado de una confusión en cuanto al funcionamiento de los asientos de seguridad o simplemente un descuido al cambiar el asiento de bebé de un auto a otro en una mañana agitada.

Para evitar este error, cuando estés ubicando a tu niño en su asiento de seguridad, revísalo dos veces para estar segura de que el asiento esté sujeto correctamente al auto.

Llevar al niño contigo

Resulta tentador sacar a tu niño del asiento de seguridad para llevarlo en tus brazos cuando está teniendo un berrinche después de horas de estar en la calle, o cuando estás haciendo una escapadita de un lugar a otro con un grupo de amigos donde es más práctico para todos amontonarse dentro de un mismo vehículo que ir en autos separados.

Esto podría parecer suficientemente seguro. Después de todo, tendrías a tu niño bien sujetado si algo llegase a suceder, ¿verdad? Pero lo cierto es que incluso si tú tienes puesto el cinturón de seguridad, el niño podría ser arrancado de tus brazos por la fuerza de un choque. Y si pones el cinturón de seguridad de modo que los proteja a ambos, tu peso podría de hecho aplastar a tu niño y ocasionarle la muerte.

Por eso, por más que tu niño llore a gritos, y por más molesto que te resulte ir en tu propio auto cuando bien podrían subirse los dos al vehículo de otra persona, nunca dejes que viaje en un vehículo a menos que esté bien sujeto en un asiento de seguridad para bebés o niños pequeños o en un asiento elevador que sea apropiado para su edad y esté correctamente colocado.

Dejar que dos niños compartan un mismo cinturón de seguridad

No lo permitas. Se han realizado simulacros de choque que demostraron que cuando dos niños viajan sujetos por un mismo cinturón de seguridad, en un accidente pueden golpearse ambas cabezas con una fuerza potencialmente mortal.
Dejar que tu niño viaje en el asiento delantero
Aunque tu niño se queje y te suplique viajar en el asiento de adelante contigo, el asiento trasero es el lugar más seguro para él. La Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras («NHTSA») recomienda que todos los niños menores de 13 años viajen en el asiento trasero siempre que se suban a un auto.

Otros consejos sobre posiciones seguras para viajar:

Si es posible, asegura a tu niño en el medio del asiento trasero, donde estará mejor protegido de los impactos laterales en caso de un choque. (Por supuesto que si tienes más de un niño, ¡solamente uno podrá viajar en el medio!) Si tu niño viaja en un asiento elevador y tu auto tiene sólo un cinturón de regazo en el medio del asiento trasero (lo cual está bien en el caso de los asientos de bebé para auto pero nunca debería usarse con un asiento elevador), ubica el asiento elevador de tu niño a la derecha o a la izquierda del asiento trasero y asegúralo con los cinturones de regazo y hombro del auto.

Si tienes en tu auto una bolsa de aire (o air bag) del lado del pasajero, es otra buena razón para llevar a tu niño atrás. Las bolsas de aire se diseñan para disminuir los daños que puedan sufrir los adultos, pero pueden producir lesiones graves en la cabeza y el cuello de los niños cuando se inflan, en particular si el niño está en un asiento de seguridad orientado hacia atrás. Para averiguar si tu auto tiene bolsas de aire, busca la etiqueta de advertencia en la visera solar o las letras SRS o SIR grabadas en el tablero, o constátalo con el manual del propietario del vehículo.

Si no tienes otra alternativa que colocar a tu niño en el asiento de adelante (por ejemplo, si no hay lugar en el asiento de atrás o en caso de que tu auto sea de dos plazas), revisa si la bolsa de aire de tu auto tiene un botón de activación y desactivación. De ser así, desactívalo. Y en caso contrario, procura colocarlo. La NHTSA ofrece una lista de compañías que instalan botones de activación y desactivación de bolsas de aire.

Si no puedes desactivar la bolsa de aire del lado del pasajero y necesitas transportar a un niño en el asiento de adelante, coloca a tu pasajero más grande o más alto adelante, en un asiento de seguridad apropiado, y mueve el asiento lo más atrás posible del tablero.

Fuente: babycenter.com