El presidente venezolano, Nicolás Maduro, abrió la posibilidad de que Estados Unidos coopere en la investigación de un supuesto atentado en su contra, del cual culpa a la oposición, que protestó por la captura de uno de sus dirigentes señalado como «cómplice».
«Si el gobierno de Estados Unidos ratificara su ofrecimiento de cooperación del FBI (policía federal) para la investigación de los vínculos en la Florida con el plan del asesinato (…), yo lo aceptaría, estaría de acuerdo que venga el FBI», aseguró este sábado el mandatario en un acto con el alto mando militar.
Según Maduro, en el estado de Florida (EEUU, sureste) hay «células terroristas» coordinadas por Osman Delgado Tabosky que dirigieron la detonación de dos drones con explosivos cuando daba un discurso durante una parada militar el 4 de agosto.
«Es desde la Florida donde se activa la explosión del dron que explota al frente» de la tarima presidencial, denunció en una cadena de radio y televisión.
El canciller venezolano, Jorge Arreaza, se reunió el pasado miércoles con el encargado de negocios de Estados Unidos en Caracas, James Story, quien -según la cancillería venezolana- «expresó su preocupación por los hechos y la voluntad de su gobierno de cooperar».
El mandatario socialista -que acusa continuamente a Washington de conspirar para derrocarlo- preguntó a su homólogo estadounidense, Donald Trump, si protegerá a los «grupos terroristas» o hará justicia.
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Maduro, quien también volvió a culpar al expresidente colombiano Juan Manuel Santos de estar detrás de los confusos hechos, informó que su gobierno inició las «acciones diplomáticas» para que Estados Unidos y Colombia entreguen «a los autores materiales e intelectuales».
Denunció además que varios de los presuntos atacantes escaparon a Perú. «Hago un llamado al gobierno de Perú a capturar a estos terroristas y entregarlos (…) a la justicia venezolana».
– «Está desaparecido» –
Al grito de «Juan, escucha, tu lucha es nuestra lucha», unas 300 personas protestaron este sábado en una plaza de Caracas exigiendo la liberación del diputado opositor Juan Requesens, detenido el martes por supuestamente apoyar el «atentado» contra Maduro.
Durante la manifestación, convocada por la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD), los familiares del legislador denunciaron que ni ellos ni sus abogados han podido verlo. «Mi hijo está desaparecido», denunció Gregorio Requesens.
El viernes, el parlamentario fue trasladado a los tribunales, pero su audiencia fue diferida para el lunes.
Requesens, de 29 años, fue detenido por el servicio de inteligencia (Sebin), luego de lo cual la oficialista Asamblea Constituyente le retiró la inmunidad a él y al diputado Julio Borges, exiliado en Colombia y quien tiene orden de captura por el alegado ataque.
El presidente divulgó este sábado un segundo video en el que Requesens afirma en prisión haber tenido contacto con Rayder Alexander Russo, quien supuestamente dirigió el entrenamiento de los atacantes en Colombia.
Pero aclara que no lo conoció personalmente.
El viernes, en otro extracto difundido por el gobierno, el diputado dice que ayudó a Juan Monasterios, exmilitar detenido por los hechos, a ingresar a Venezuela desde Colombia. Monasterios testificó haber participado en el ingreso de los drones desde el país vecino.
Sin embargo, en ninguna de las grabaciones Requesens menciona haber estado al tanto del supuesto complot.
Los opositores denuncian que el político fue amenazado o drogado para dar ese testimonio.
«Requesens fue sin duda alguna torturado (…), la tortura blanda existe y significa amenazar, amedrentar e incluso quien sabe si drogar a una persona para conseguir de él lo que se espera», dijo el diputado Juan Andrés Mejía en la manifestación.
El viernes circuló en redes sociales otro video en el que se ve a Requesens vestido solamente con unos calzoncillos sucios, recibiendo órdenes de un hombre que le pide voltearse mientras es filmado.
Según Maduro, la grabación fue hecha durante un examen médico al dirigente, y ordenó una investigación para identificar a la persona que la filtró.
«Se puso muy nervioso, hay que decirlo, ayer salieron unos videos, feos, escatológicos, porque se puso nervioso. Fue protegido por los médicos del Sebin», comentó Maduro.
Varios hombres se quitaron la ropa en la protesta y se quedaron en calzoncillos, denunciando la «humillación» contra Requesens y pidiendo que se le respete el debido proceso.
El Grupo de Lima -integrado entre otros por Brasil, Argentina y México- expresó este sábado en un comunicado su preocupación por que el gobierno de Maduro utilice «instituciones del Estado para perseguir a opositores» y reclamó una investigación transparente sobre el caso. Solo Santa Lucía no firmó el exhorto.
