Los lentes de contacto que se tiran en el inodoro o en los sumideros del lavabo contribuyen enormemente a la contaminación microplástica en los océanos, advirtieron el lunes investigadores.

La cantidad de residuos plásticos generados por los lentes y sus empaques solo en Estados Unidos equivale a 400 millones de cepillos de dientes cada año, dijeron investigadores de la Universidad Estatal de Arizona (ASU), que describieron sus hallazgos en la Reunión y Exposición Nacional de la Sociedad Química Estadounidense en Boston.



«Son contaminantes significativos», dijo a periodistas el investigador Rolf Halden, del Centro de Ingeniería de Salud Ambiental del Instituto de Biodiseño de la universidad.

«Hay millones de lentes que terminan en las aguas residuales de Estados Unidos cada año. Estos contribuyen con una carga de al menos 20.000 kilos por año de lentes de contacto».



Halden, quien usó lentes de contacto la mayor parte de su vida adulta y comenzó la investigación después de preguntarse a dónde iban a parar todos esos lentes de plástico desechados, calculó que los empaques suman unos 13 millones de kilos de polipropileno a los desechos de lentes de contacto, también conocidos como lentillas.

Aproximadamente 45 millones de personas únicamente en Estados Unidos usan lentes de contacto, lo que equivale a que al menos 13.000 millones de lentes se usan cada año.

Una encuesta entre usuarios de lentes de contacto de Estados Unidos «encontró que entre 15% y 20% de los usuarios de lentes de contacto los descartan en el lavamanos o el inodoro», dijo el investigador Charlie Rolsky, estudiante de doctorado de la ASU.

¿Y qué pasa con esos lentes? Los investigadores los rastrearon hasta las plantas de tratamiento de aguas residuales, donde descubrieron que se rompen pero no se degradan.

Las partículas de plástico terminan en el océano o se incorporan al lodo de aguas residuales, que a menudo se usan como fertilizantes en la tierra, y las corrientes luego llevan finalmente estos contaminantes a los océanos.

Los peces pequeños y el plancton pueden confundir los microplásticos con alimentos.

Estos plásticos que no se digieren se incorporan así a la cadena alimenticia y por ende al suministro de alimentos humanos.

Los investigadores dijeron que esperan que su estudio funcione como una advertencia para los fabricantes de lentes de contacto y anime a los usuarios a deshacerse de ellos de manera adecuada junto con otros desechos sólidos.

Halden dijo que muchas personas no se dan cuenta de que desechar los lentes de contacto en las aguas residuales es peligroso para el medioambiente.

El equipo científico solo un fabricante de lentes de contacto en cuyo embalaje se explicaba cómo deshacerse de ellos de manera adecuada.

«No deposite estos lentes en aguas residuales. Póngalos en desechos sólidos o recíclelos», dijo Halden.