Los avances en la tecnología de los exámenes oftalmológicos algún día podrían ayudar a los médicos a diagnosticar a las personas con la enfermedad de Alzheimer mucho antes de que aparezcan los síntomas, dijeron el jueves investigadores.

Utilizando equipos similares a los que ya están disponibles en la mayoría de los consultorios oftalmológicos, los investigadores detectaron signos de Alzheimer en una pequeña muestra de 30 personas, según un estudio publicado en el Journal of the American Medical Association (JAMA) Opthalmology.



Quienes se inscribieron en el estudio, todos a mitad de sus 70 años sin síntomas visibles de la enfermedad de Alzheimer, se sometieron a escaneos PET o análisis de líquido espinal.

Aproximadamente la mitad registró niveles elevados de amiloide o tau, las proteínas del Alzheimer, lo que sugiere que con el tiempo eventualmente podrían desarrollar demencia.



En este grupo, los investigadores también observaron adelgazamiento de la retina, algo que los expertos habían visto previamente en autopsias de personas que murieron a causa de la enfermedad de Alzheimer.

«En los pacientes con niveles elevados de amiloide o tau, detectamos un adelgazamiento significativo en el centro de la retina», dijo Rajendra Apte, uno de los investigadores y profesor de Oftalmología y Ciencias Visuales de la Universidad de Washington en St. Louis. 

«Todos tenemos una pequeña área desprovista de vasos sanguíneos en el centro de nuestras retinas, que es responsable de nuestra visión más precisa. Descubrimos que esta zona que carecía de vasos sanguíneos se amplió significativamente en personas con enfermedad de Alzheimer preclínica», indicó el especialista. 

Sin embargo, el estudio no reveló si los participantes con retinas más delgadas desarrollaron Alzheimer o no.

Por esa razón, Doug Brown, director de política e investigación de la Sociedad Estadounidense de Alzheimer, calificó el área de investigación como «fascinante», pero fue cauteloso.

«Sin confirmar que alguna de las personas con Alzheimer preclínico desarrolló realmente la enfermedad, necesitaríamos ver que esto se llevara a cabo en un grupo mucho más grande durante un período más prolongado para sacar conclusiones firmes», dijo Brown, que no participó en el estudio.

Coincidió con él Sara Imarisio, jefa de investigación del Centro de Investigación de Alzheimer de Reino Unido. «Si bien las pruebas oculares utilizadas en esta investigación son relativamente rápidas, económicas y no invasivas, en la medida en que solo participaron 30 personas en el estudio aún necesitamos ver más investigaciones antes de poder decir cuán útil podría ser este método para mostrar los signos iniciales de la enfermedad de Alzheimer», señaló.

– Aumento de la demencia –

Los expertos dicen que el daño cerebral por la enfermedad de Alzheimer puede comenzar hasta dos décadas antes de que aparezcan signos de pérdida de memoria.

Cerca de 50 millones de personas viven con demencia en todo el mundo, y se espera que la cifra aumente en las próximas décadas a medida que la población envejece.

El Alzheimer es la forma más común de demencia y no tiene cura. Pero una detección más temprana puede posibilitar intervenciones de medicamentos o hábitos que puedan mantener a raya la enfermedad.

Actualmente, los médicos usan escaneos PET y punciones lumbares para ayudar a diagnosticar el Alzheimer, ambas técnicas costosas e invasivas.

El tipo de tecnología utilizada en el estudio JAMA se llama angiografía por tomografía de coherencia óptica (OCT-A). Se usa comúnmente para iluminar el ojo de manera que el médico pueda medir el grosor de la retina y el nervio óptico.

Los investigadores dicen que la retina y el sistema nervioso central están interconectados, por lo que los cambios en el cerebro se pueden reflejar en las células de la retina.

La principal autora del estudio, Bliss E. O’Bryhim, médica residente en el Departamento de Oftalmología y Ciencias Visuales, dijo: «Esta técnica tiene un gran potencial para convertirse en una herramienta de detección que ayude a decidir quién debe someterse a pruebas más costosas e invasivas para la enfermedad de Alzheimer antes de la aparición de los síntomas clínicos».

Los autores del estudio admiten que se necesita más trabajo para confirmar que la técnica funciona en poblaciones más grandes, pero tienen la esperanza de que algún día podría ayudar a detectar signos en personas de entre 40 y 50 años.