DAVID OVALLE/El Nuevo Herlad- En lo profundo de un exuberante y remoto valle en República Dominicana, el descubrimiento de un árbol muy especial engendró una nueva especie de aguacate.

Con el nombre de Carla, desde entonces ha emergido como una estrella de rock en el mundo del aguacate (un fruto también conocido como palta), combinando la untuosa suculencia del popular -aunque pequeño- Hass que se cultiva en California con el prodigioso tamaño de las variedades de Florida.



El Carla causó sensación cuando un minorista británico de alta gama comenzó a almacenar la enorme fruta.

Ahora, el “inventor” del Carla se encuentra en una corte federal de Miami demandando para proteger sus derechos exclusivos de vender un valioso producto muy buscado entre los amantes de la moda culinaria.



Con denuncias de robo de ramas de árboles, clonación clandestina y pruebas de ADN a los productos de los competidores, este no es un caso común de infracción de patentes.

Agroindustria Ocoeña, la compañía dominicana que posee una patente estadounidense para el Carla, está demandando a un distribuidor de productos de Miami, Fresh Directions International, alegando que está vendiendo ilegalmente Carlas en el sur de la Florida a otro productor. Tampoco son imitaciones de esos aguacates, argumenta la demanda.

Las pruebas de ADN muestran que son clones virtuales del Carla, lo que la demanda sugiere que solo puede ser por injerto: alguien cortó y se robó ramas de árboles del Carla para recrear su propia cosecha.

Ury Fischer representa a Agroindustria Ocoeña, que en los documentos de patente aparece como el inventor del árbol Carla.-Emily Michot. emichot@miamiherald.com

Como parte de su investigación, el equipo legal de Agroindustria visitó los supermercados de Miami y llevó a su oficina docenas de aguacates para probarlos. Dijeron que no todos se desperdiciaron después.

“Terminamos comiendo mucho guacamole”, dijo Fischer.

Fresh Directions International no devolvió una llamada para hacer comentarios.

El pleito viene unido con la alta demanda de aguacates, que se ha disparado en muchos mercados internacionales, incluido Estados Unidos, donde la tostada de aguacate ahora rivaliza en popularidad con el guacamole. California es el líder en la producción de aguacate en Estados Unidos. Florida ocupa el segundo lugar.

Florida se especializa en los tipos “cáscaras verdes”, que son más grandes y tienen un sabor más ligero que la variedad “Hass”, que se cultiva en California y domina el mercado en Estados Unidos.

Los aguacates de Florida a menudo compiten con algunas especies de la República Dominicana, otro de los principales productores mundiales con nombres de variedades como Semil 34, Choquette y Pollock. El año pasado, la nación insular envió 33.3 millones de libras de aguacates a Estados Unidos, según datos compilados por una asociación que comercia aguacates en EEUU.

Si quiere probar un Carla, la suerte le acompañará hasta el próximo año, porque su cosecha se extiende de febrero a mayo.

Uno de los aguacates clonados del Carla que se vendió en un supermercado de Miami. El creador de esa especie de aguacate está demandando a una compañía del sur de Florida por infracción de patente.

El árbol que produjo los primeros aguacates Carla fue descubierto por Carlos Antonio Castillo Pimentel en 1994 en su huerto en el Valle de Río Ocoa. En los documentos de la corte o de patentes no se explica por qué lo llamó Carla, pero hay varios rasgos que lo hacen atractivo para el agricultor. Por un lado, el árbol produce fruta más tarde y por un tiempo más largo que las especies similares y se puede cosechar desde febrero hasta principios de junio, mucho después de la temporada de cultivo en Florida.

“No necesariamente compite con la mayoría de las variedades de Florida”, dijo Peter Leifermann, vicepresidente de ventas y marketing de Brooks Tropicals, un transportista de productos de Homestead que tiene un acuerdo para distribuir aguacates Carla en Florida. “Ayuda a llenar un vacío en el calendario. Podemos suministrar al mercado con aguacates de cáscara verde casi los 12 meses al año”.

La fruta también es generalmente más alta en contenido de aceite, lo que le da un sabor más suculento y cercano al Haas que a las variedades de Florida. Cuando la cadena minorista británica M&S comenzó a venderlos en el 2016, por ejemplo, los medios locales los promocionaron como la “bestia” de los aguacates, con “una pulpa sedosa tan suave que puede usarse en lugar de la mantequilla”.

La familia Castillo obtuvo una patente en Estados Unidos para su aguacate en el 2006, otorgándoles los derechos exclusivos para producir, vender y otorgar licencias por la fruta durante al menos 15 años. Pero en los últimos años, los clones sin licencia del Carla comenzaron a aparecer en los supermercados en todo el sur de la Florida.

La clonación de los árboles de Carla probablemente ocurrió en la República Dominicana, hogar de muchos cultivadores de aguacates y huertos. Quién y cuándo ocurrió sigue siendo un misterio. Si Agroindustria tiene alguna idea, no lo ha dicho públicamente.

Pero no es difícil entender cómo ocurrió. Con simplemente plantar una semilla de un aguacate Carla no sale un árbol idéntico, dijo Jeff Wasielewski, un horticultor en Homestead que trabaja para el Instituto de Alimentos y Ciencias Agrícolas de la Universidad de Florida. Solo puede ocurrir si alguien cruza ramas del Carla original con una planta de semillero en otro lugar, un proceso conocido como “injerto”.

“Es una técnica muy antigua”, dijo Wasielewski.

La demanda alega que Fresh Directions International ha estado vendiendo los aguacates ilegales etiquetados con las calcomanías “Avopro” al menos desde el 2012. En agosto de ese año, Agroindustria Ocoeña envió a la empresa un aviso de cese y suspensión que no dio resultados, indicó la demanda.

Los ingleses han promocionado al Carla como la “bestia” de los aguacates, con “una pulpa sedosa tan suave que puede usarse en lugar de la mantequilla”.

La demanda busca evitar que Fresh Directions venda los aguacates “infractores” y repare los daños por las ventas durante años.

Leifermann, de Brooks Tropicals, dijo que la demanda es importante porque ayuda a mantener la integridad del mercado local de aguacates. Eso es importante en el sur de la Florida, donde los productores locales de aguacates están luchando después de ser duramente golpeados por un desarrollo urbano que desplaza las arboledas, la falta de mano de obra, un brote de una enfermedad fúngica y el huracán Irma.

La industria puede perjudicarse aún más, dijo, cuando “comerciantes e incluso agricultores lanzan un producto inferior solo para abarcar una porción del mercado. Al final, al consumidor le queda un mal sabor en la boca”.

Con información de El Nuevo Herald