Un conflicto legal entre el senador Tommy Galán y su hermano Omar Galán sería el motivo que provocó que fueran tirados siete furgones llenos de pacas de ropas en una mina en la comunidad Hatillo, San Cristóbal.
Una fuente dijo a CDN que el hermano del senador de San Cristóbal, Omar Galán, era el administrador de una empresa textil del legislador que se dedica a la importación y venta de ropa de pacas en la zona franca ubicada en La Armería en la referida provincia, y que problemas generados con el manejo de las finanzas habrían provocado que Omar fuera expulsado por Tommy Galán de esas funciones.
Se supo que las diferencias entre ambos hermanos estarían motivado por un supuesto desfalco del que Tommy Galán acusa a su hermano Omar, y que dentro de las negociaciones para la salida de Omar de la empresa se había acordado la entrega de los siete furgones de ropa y que este no estaba conforme y por eso decide tirarlo en la comunidad de Hatillo, como un gesto de provocar daños a la imagen del legislador peledeístas.
El conflicto entre los hermanos Galán está en manos de la justicia. El senador peledeístas había informado a un reportero de CDN que en su momento se referirá al caso.
El abandono de los contenedores de ropa provocó que los residentes en la comunidad de Cambelén, en Hatillo, se abasteciera de ropa desde mediado del mes diciembre impidieron que la montaña de indumentarias fuera tapada con el movimiento de tierra de la mina.
Ese asarozo me dijo ladron delante de otras personas y eso no se lo aguanto ni a papa que salga de la rumba. Y mas le vale que yo no hable.
Esos muchachos se criaron con opulencia, su padre era un comerciante muy reconocido al que nunca se le conoció ningún escándalo, y en sus inicios en política proyectaban bastante idealismo, no se supone que siendo hermanos deberían estar dando estos shows.
No comprendo que rayos es lo que los cuartos hacen con el alma de la gente
Ladrón que le roba a ladrón, tiene 100 años de perdón.
Esto es buscando el perdon divino que esta el hermano del senador.
Vemos que vamos mal cuando leemos que un hermano le roba a otro. Ya ni la sangre se respeta para robar.
Muy bien, mi temor era que estuvieran contaminadas las prendas de vestir y se convertiría en una posible epidemia para esas personas de escasos recursos. A la comunidad de Cambelén le convino el conflicto.