Ya no sientes lo mismo cuando están juntos, ni siquiera te provoca pasar tiempo a solas o hacer planes para el futuro, pero eres totalmente incapaz de poner fin a esa relación amorosa. No eres el único y, además, hay una buena explicación para tu conducta en apariencia incoherente.

Un grupo de investigadores canadienses se dedicaron a investigar por qué actuamos de esa manera y dieron con la clave del enigma: mientras las personas más creen que su pareja depende de la relación, es menos probable que inicien una ruptura. En resumen, podrías sentirte motivado a permanecer en una relación insatisfactoria por el bien de su pareja.



“La decisión de terminar una relación romántica puede tener un impacto que cambiará tu vida, tanto en la pareja como en el yo. Hasta ahora, las investigaciones sobre relaciones cercanas se han centrado en razones de interés personal por las cuales las personas deciden permanecer en su relación, en lugar de irse”, escribieron los autores de la investigación en un artículo publicado en Journal of Personality and Social Psychology, revista de la Asociación Americana de Psicología (APA, por su sigla ene inglés).



Pero hay creciente cuerpo de investigaciones sobre la toma de decisiones y la prosocialidad que muestra que cuando las personas toman decisiones que afectan a otros, lo hacen considerando los sentimientos y perspectivas de los demás. Dicen los autores canadienses que, a través de dos estudios, probaron que se toma la decisión de permanecer en una relación o de terminarla de forma prosocial, es decir, “la consideración por los sentimientos de su pareja romántica puede desalentar a las personas a terminar sus relaciones”.

En el primer estudio hicieron seguimiento durante 10 semanas a 1,348 participantes que estaban en relaciones románticas. El segundo aplicaron un método similar: 500 participantes que contemplaban una ruptura fueron seguidos durante dos meses. Los resultados, en ambos casos, mostraron que cuanto más dependientes creían que era su pareja en la relación, menos probabilidades tenían de iniciar una ruptura.

Otro aspecto importante de los hallazgos fue que se mostraron algo diferente que las investigaciones previas. Sugieren que las personas pueden estar motivadas a permanecer en relaciones relativamente insatisfactorias por el bien de su pareja romántica y ese hecho se mantuvo por encima y más allá de una variedad de variables autocentradas en otros estudios.

Podríamos concluir que las personas permanecen en relaciones insatisfactorias porque están preocupadas por herir los sentimientos de su pareja. Aunque siempre hay otras aristas.

«En mi experiencia, la mayoría de las veces hay temores e inseguridades subyacentes que impiden que las personas avancen a una vida que puede ser menos cómoda pero, en última instancia, más feliz y más auténtica”, dijo a CNN la terapeuta sexual Holly Richmond, a propósito del estudio. «Pero casi siempre hay un punto en el que es obvio que no es lo suficientemente bueno y causa más daño a la persona infeliz quedarse con su pareja que si se fuera».

Los niños, las finanzas, los amigos, el estilo de vida y la sociedad son algunas de las preocupaciones más comunes que también pueden influir en tomar o no la decisión de separarse. La terapeuta sexual Sari Cooper explicó que en su experiencia ha tratado con personas que “mantienen relaciones porque les preocupa no encontrar otra pareja, mientras que otros permanecen porque no quieren privar a sus hijos de tener al otro padre en su día a día. La vida».

La decisión de terminar una relación infeliz puede ser difícil para cualquiera, sea por la razón que sea. Cooper dice que, en esos casos, siempre pide a los involucrados que se imaginen detalladamente cómo sería su vida, tras la separación. Visualizar esa realidad puede ayudar a aclarar dudas y, por lo tanto, a tomar la mejor decisión.

Fuente Holadoctor.com