Por Carolina Pichardo/ Santo Domingo.- YouTube es una red donde los usuarios tienen acceso a videos de múltiples temáticas, y aunque parecería que todas ya han sido abordadas, Francisco Javier Mora demostró que enseñar a criar especies acuáticas, específicamente bettas, podía ser un contenido innovador y útil que no había sido explotado, a diferencia de otros tópicos.

Así surgió el canal (Criadero de bettas y goldfish Javier RD), que comenzó como una extensión del amor que le ha tenido a estos animales desde su niñez, y que con más de 457,000 suscriptores y millones de visitas en sus videos filmados tanto en Santo Domingo Este como sus aventuras en locaciones acuáticas, lo han convertido en uno de los criadores más conocidos de Latinoamérica, con mayor popularidad tanto en República Dominicana como en México, Estados Unidos y Venezuela.



“Por más suscriptores que ustedes tengan nunca se la crean delante de la gente, que ustedes saben puede ser algo que está hoy pero mañana no puede estar, y lo que queda es cómo uno es y la belleza de persona que uno trata de mostrar”, dijo a reporteros de este medio.

Perseverancia Algunas dificultades se presentaron en su camino. Una de estas fue el poco acceso a internet que tenía en el sector El Tamarindo, donde en 2009 le era casi imposible publicar videos. Pero sus ganas de compartir sus conocimientos empíricos en audiovisuales no desistieron.



Tardó cinco años hasta publicar su primer video “Mi criadero de bettas y goldfish en el 2015”, y sus primeros millones de reproducciones lo alcanzó con “El pez tetra que creció demasiado en el estanque”, el más visto de su espacio.

Pese a la popularidad Francisco Javier sigue siendo un joven humilde y aunque es seguido por ciento de miles de personas no se considera ‘influencer’. Los años y la experiencia no han cambiado ni siquiera los materiales que usa para la crianza de peces, y recuerda que desde ese mismo modo inició hace 20 años. Las baterías, cajones de nevera luego fueron evolucionando hasta estanques que en un momento ocuparon tanto espacio que se vio obligado a comprar terreno. Hoy tiene dos tareas de tierra y sigue comprando para sus estanques, con 13 especies diferentes, entre ellas 20,000 bettas, que contabiliza por motivos de seguridad.