Al menos dos kamikazes participaron en la serie de explosiones en iglesias y hoteles que causaron 160 muertos este domingo en Sri Lanka, según la policía y testigos.

À Orugodawatta, un kamikaze mató a tres policías el domingo por la tarde al inmolarse en un edificio de este suburbio del norte de la capital, Colombo, anunció la policía.



AFP

Esta explosión ocurrió a primera hora de la tarde y fue la octava en sacudir a la isla del sur de Asia.

Estos ataques, en hoteles de lujo e iglesias donde se celebraba misa por el Domingo de Pascua, tanto en la capital como en otras ciudades del país, causaron al menos 160 fallecidos.



Según testigos, al menos otro kamikaze habría estado implicado en la serie de ataques.

En el hotel de lujo Cinnamon Grand, un kamikaze hizo estallar su bomba en la fila de clientes que esperaba para ingresar en un buffet de Pascua en un restaurante del establecimiento.

«Se digirió al principio de la cola y se hizo estallar», relató a la AFP un empleado. «Un gerente que recibía a los clientes forma parte de los que murieron instantáneamente».

«Era el caos total», agregó.

Esta explosión se produjo hacia las 08H30 de la mañana (03H00 GMT), casi al mismo tiempo que otras dos explosiones en hoteles de lujo situados al lado, el Kingsbury y el Shangri-La.