Estados Unidos advirtió de posibles nuevos ataques terroristas en Sri Lanka, en el marco de un aviso de viaje a ese país, tras una serie de atentados que dejaron 290 muertos el domingo.

Varios kamikazes mataron a 290 personas el domingo de Pascuas haciéndose estallar en iglesias católicas que celebraban la misa de Resurrección y en hoteles de lujo.



El secretario de Estado Mike Pompeo dijo que «varios» estadounidenses murieron en los ataques, los peores en Sri Lanka desde la culminación hace una década de una larga y sangrienta guerra civil.

El último aviso de viaje afirma que «grupos terroristas siguen planificando posibles ataques en Sri Lanka» y advierte a los estadounidenses que «incrementen las precauciones» si viajan a ese país.



«Los terroristas pueden atacar con escasa o ninguna advertencia, contra lugares turísticos, centros de transporte, mercados y centros comerciales», así como otros lugares públicos como hoteles, clubes, restaurantes y lugares de plegaria.

Las autoridades han señalado que entre los muertos el domingo figuran ciudadanos de India, China, Dinamarca, Holanda, Japón, Portugal, Reino Unido, Estados Unidos y Turquía.

La embajada de Washington en Colombo anunció que permanecerá cerrada al público el lunes y martes, pero que seguirá proporcionando servicio a sus ciudadanos.

Aún no hay reivindicación de los ataques, los que la Casa Blanca calificó de «indignantes» y condenó «en los términos más firmes».

No obstante, el gobierno de Sri Lanka atribuyó los ataques al grupo islamista local National Thowheeth Jama’ath (NTJ) e investiga sus eventuales vínculos con organizaciones extranjeras.