NairobiKenia. El Tribunal Supremo de Kenia rechazó este viernes abolir las leyes que datan de la época colonial y criminalizan la homosexualidad, al estimar que esa decisión abriría la vía a uniones entre personas del mismo sexo.

«Estimamos que las secciones contestadas (del Código penal) no son inconstitucionales», declaró la juez Roselyne Aburili, quien precisó que la demanda presentada por asociaciones de defensa de los derechos de los homosexuales fue «rechazada».



Un miembro de la comunidad LGBTI lleva una bandera arcoiris al salir del tribunal superior de Milimani, en Nairobi, Kenia, el 24 de mayo del 2019. Foto: AFP

Un recurso judicial pedía al Tribunal Supremo que invalidara dos artículos del código penal, escritos durante la colonización británica, que criminalizan la homosexualidad.

Uno de ellos prevé penas de cárcel de 14 años para cualquier persona que «mantenga un contacto carnal (…) contra el orden natural», mientras que el otro prevé cinco años de prisión por «prácticas indecentes entre hombres».



Los denunciantes consideran que estas leyes vulneran su derecho a la dignidad e incitan el odio contra los homosexuales.

La juez Aburili consideró que, a pesar de que los denunciantes no pedían la legalización del matrimonio homosexual, la derogación de estos artículos pondría al mismo nivel las parejas heterosexuales con las homosexuales, a las que concedería un estatus «parecido al del matrimonio» y «abriría indirectamente la puerta a las uniones entre personas del mismo sexo».

La magistrada, al frente de un comité de tres jueces, dijo que la cuestión de la homosexualidad había sido debatida durante la redacción de la Constitución de este país, aprobada por referéndum en 2010, y que los kenianos «no consideraron entonces necesario legalizar el matrimonio homosexual».

Aburili también recordó que el artículo 45 de la Constitución sobre la definición de familia especifica que «cada adulto tiene derecho a casarse con una persona del sexo opuesto».

Activistas y homosexuales del conjunto de África siguieron con atención esta sentencia.

Después de su anuncio, parejas de homosexuales se besaron y derramaron algunas lágrimas mientras que otros hacían ondear banderas arcoiris.

Jordan Zeus, un ugandés homosexual, que huyó de su país y se refugió en Kenia, dijo que la comunidad LGBTI debe seguir organizándose y luchando.

«Tenemos que seguir luchando por nuestros derechos», afirmó Zeus, que llevaba un traje de rayas de color arcoiris.

Una agrupación de grupos defensores de los derechos de los homosexuales expresó en un comunicado su «gran preocupación» por el orden jurídico en Kenia que, según ellos, «justifica el estigma, la discriminación y la violencia contra los kenianos» pertenecientes a la comunidad LGBT.

La oenegé Human Rights Watch (HRW) lamentó en un comunicado que esta decisión se trataba de «un paso atrás en el progreso experimentado por Kenia hacia la igualdad durante los últimos años».

La máxima representante de Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, pidió a los activistas LGBTI y a sus aliados que sigan luchando en defensa de la igualdad.

De los 49 países de África subsahariana, 28 de ellos tienen leyes que penalizan las relaciones homosexuales, según Neela Ghoshal, un especialista de HRW sobre los derechos de las personas LGBTI.