Desde hace varios años, la tecnología se ha convertido en un pilar fundamental en la vida de los seres humanos. Y el deporte, como cualquier otro ámbito, no ha podido escapar a esta realidad. Tanto a nivel competitivo como meramente lúdico, la tecnología se está utilizando en el deporte para perfeccionar aspectos de éste que anteriormente eran dejados al azar o a la subjetividad del atleta.

En el equipamiento, por ejemplo, las marcas de indumentaria deportiva buscan permanentemente conseguir la mayor eficiencia y resistencia en los materiales con los que diseñan sus prendas. El uso de microfibras, por ejemplo, permite que los tejidos se adapten mejor y duren más tiempo.



Por otro lado, se han desarrollado distintas soluciones tecnológicas para ayudar a los árbitros a tomar decisiones. Las cámaras y los sensores, en este caso, se han convertido en los grandes aliados de los encargados de impartir justicia en el juego. El VAR, en el fútbol, ayuda a dilucidar si una jugada fue gol o no, o si un jugador mereció ser expulsado, entre otros casos. En el tenis, el Ojo de Halcón detecta automáticamente si la pelota salió del área de juego reglamentaria.



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La tecnología, por otra parte, se utiliza para prevenir las lesiones innovando en los dispositivos y equipamiento con el que se practican las distintas disciplinas deportivas. En la Fórmula 1, por ejemplo, los pilotos utilizan collarines que evitan lesiones en la cabeza o en el cuello que podrían producirse por colisiones. Asimismo, atletas de este y otros deportes, como el fútbol americano, usan cascos ergonómicos que absorben los impactos y que reducen el riesgo de lesiones craneales.

La medicina, como no podía ser de otra forma, también se ha subido al tren de los avances tecnológicos. En este campo, las posibilidades son inmensas y están consiguiendo, hoy por hoy, acortar los tiempos de recuperación de lesiones, así como optimizar el desempeño de los deportistas aplicando tratamientos personalizados que refuercen aquellas zonas más sensibles.

En los entrenamientos, la tecnología se combina con la biométrica y con los sensores, para alcanzar unos niveles de medición del desempeño de los atletas nunca vistos. Asimismo, los avances en el diseño de las máquinas y dispositivos de entrenamiento ayudan a incrementar la eficiencia de los atletas y a mejorar sus marcas.

La Big Data, por otro lado, se ha revelado como una herramienta de suma eficacia para preparar la estrategia que equipos y atletas utilizan durante cada competencia. El análisis de datos potencia el rendimiento de los deportistas, que ahora saben de antemano cuántos toques al balón dan durante un partido, cuántos kilómetros recorren o el estado de la superficie del terreno del juego, solo por mencionar algunos ítems.

La tecnología ha conseguido, inclusive, que personas que no practican deporte se sientan parte de éste. Han aparecido más canales específicos de deportes, así como nuevas plataformas y redes sociales que promueven una mayor interacción con el espectador. Los grandes grupos de comunicación conocen la gran masa de audiencia que consume deporte, por lo que siempre intentan estar a la vanguardia de los avances tecnológicos, buscando ofrecerles a sus espectadores más y más.