El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó este viernes que este fin de semana comenzará una operación masiva para deportar a migrantes irregulares.

«Ellos vinieron de forma ilegal», dijo Trump a los periodistas en la Casa Blanca. «Van a sacar a la gente y llevarlas de vuelta a sus países», explicó.



La operación, que comenzaría el domingo, está dirigida a 2.000 personas en al menos 10 ciudades y podría incluir «deportaciones colaterales», según un reporte publicado el jueves por el diario The New York Times.



En junio, Trump anunció que Estados Unidos deportaría a «millones de extranjeros ilegales», en línea con su discurso de lucha contra la inmigración irregular, pilar de su campaña y de su gobierno.

La operación fue retrasada con el fin de dar tiempo al Congreso a que busque un compromiso sobre las medidas de seguridad para adoptar en la frontera con México.

Los demócratas reaccionaron diciendo que estos planes amenazan potencialmente a personas que han vivido desde hace años en Estados Unidos y cuyas familias incluyen en muchos casos a hijos estadounidenses.

La amenaza de las deportaciones asusta a muchas comunidades en Estados Unidos. Varias asociaciones han distribuido manuales que incluyen instrucciones sobre cómo comportarse si son requeridos por agentes y cuáles son sus derechos.

Organizaciones de derechos humanos se agruparon para demandar al fiscal general, William Barr, y a las agencias involucradas en los procesos para impedir las deportaciones, afirmando que la operación de deportaciones viola el debido proceso.