La creencia popular dice que los hombres se excitan fácilmente con cualquier elemento relacionado con el sexo, especialmente imágenes. Con eso, se ha dicho que los hombres son particularmente afines al porno y que son muy «visuales». Mientras tanto, se ha dicho que ver este tipo de contenido no causa en las mujeres nada.

No obstante, un grupo de investigadores del Max Planck Institute for Biological Cybernetics de Alemania decidió poner en duda esa creencia. Así, se dispusieron a analizar 61 estudios anteriores para desmentir esto. Su documento, publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences, utiliza los datos de escaneos cerebrales de personas a las que se les mostraron imágenes de contenido sexual de todo tipo.

La actividad cerebral de los participantes fue puesta a comparación entre hombres y mujeres. De esta forma determinarían si alguno de los sexos tiene una mayor estimulación al ver porno o no.

Un mito
Señala Fayerwayer que básicamente los investigadores encontraron pocas diferencias entre los cerebros de hombres y mujeres. Al ver imágenes sexuales, ambos sexos registraban una diferencia en la actividad regiones como el cuerpo amigdalino, la ínsula y el cuerpo estriado. Así lo explicó uno de los autores Hamid Noori:

Muchas de estas regiones están asociadas también con el procesamiento de información emocional y parte de ellas también está conectada al circuito de procesamiento de recompensas».

Eso sí, la actividad fue más generalizada con imágenes que con video. Además, se registraron algunas diferencias en esas regiones dependiendo de la orientación sexual.

Los autores señalaron que la posible diferencia de reacciones de los cerebros de hombres y mujeres frente a imágenes explícitas ha sido totalmente exagerada. También hablaron del hecho de que los hombres ven más porno que las mujeres. Ante esto, Noori cree que esto se debe a una razón más social:

La sexualidad femenina tiene bastante estigma. Quizás la razón principal es que para la mujer hay efectos inhibitorios secundarios que les impiden expresar lo que realmente sienten. Al menos en este momento, nuestro estudio indica que hombres y mujeres no son tan diferentes».