Familiares de la fallecida modelo y comunicadora de la comunidad Santana municipio de Baní, Ginell Jiménez, manifestaron que demandarán al hospital docente Semma, al entender que no utilizaron los debidos procedimientos de emergencia.
Según los padres de la joven de 24 años de edad, permaneció alrededor de 14 horas con fuertes dolores de apendicitis sin que los médicos de turno le suministraran algún tranquilizante pese a sus quejas.
“Se tiró hasta al piso gritando que no aguantaba el dolor”, se queja su madre, asegurando que sus súplicas habían sido ignoradas.
Los familiares rechazaron que el deceso de la modelo fuera producto de una complicación respecto a una cirugía que se le había hecho, tampoco señalan que habría sido de un infarto producto de un cáncer de ovario, pues ya lo había superado.
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Se comprende el dolor de la familia, pero hay elementos contradictorios. Si Usted entra a la sala de emergencia con un dolor, es imposible que dure 14 horas quejándose. Tal vez fueron a la sala de consulta y ningún médico dura más de 3 horas con sus clientes agendados. Otra cosa, ¿Qué médico diagnosticó que era apendicitis que tenía? Esta congetura provocará que se le realice una autopsia para determinar la causa real del deceso de esta joven. Esto es lo primero que va a solicitarle al ministerio público el gerente de semma. Recuerden que este caso va a estar en marco legal.
Aunque no estoy afirmando que el caso en concreto de esta joven sea de eso que se trate, puesto que no estaba presente ni soy Dios para saberlo todo, crea que en los hospitales usted puede durar largas horas en emergencia (de lo cual sólo tienen el nombre). Experiencia propia: la última vez que tuvimos que salir con mami a «emergencia»(?) de un reconocido hospital autogestionado (entiéndase, de los que uno paga doble porque paga con los impuestos y por el servicio casi como si fuese privado), muchas personas tuvieron que marcharse porque tenían ya siete, ocho horas (y algunos hasta más). Recuerdo, en analogía con el caso de esta joven, a un hombre joven y fuerte tirado en el piso, gritando de dolor pero «tenía que hacer turno» aún quien hubiese estado antes que él hubiese sido porque se clavo una espinita en un dedo.
Es que SEMMA no es un hospital público, es un centro de salud específicamente para atender a los/as maestros/as y si ella estaba ahí era porque tenía un carnet de afiliada del seguro semma como maestra o dependiente de un maestro, por eso es que digo que este caso es confuso y extraño. Yo he entrado por emergencia a clínicas afiliadas del seguro semma y me han atendido en menos de 5 minutos.
¿Y qué maldito hospital es ése, que si llega uno con un dolor no le dan ni una aspirina? Deberían de cerrarlo.