La tos crónica va más allá de una simple molestia, en muchos casos puede interrumpir el sueño, causar vómitos, aturdimiento y hasta fracturas de costillas. Además de generar incomodidad, es preocupante no saber qué la está causando o si detrás de ella se esconde alguna afección grave. Por eso, aquí te presentamos las causas más comunes.

Este malestar se caracteriza por la acidez estomacal, aclaración frecuente de la garganta y dolor de en la misma, nariz que moquea o tapada, sensación de líquido corriendo por la parte posterior de la garganta, ronquera, sibilancias y falta de aliento. Esto puede generar: dolor de cabeza, desmayos, mareos, pérdida del control de la vejiga, traspiración excesiva e insomnio.



Algunos especialistas creen que, en ciertos casos, la tos podría funcionar como una forma de protección, ya que elimina irritantes de los pulmones y cuida las vías respiratorias. También puede ser secuela de alguna infección porque aún hay inflamación en los pulmones. Veamos a continuación cinco probables causas que debes considerar:



1. Bronquitis crónica

La bronquitis crónica es una inflamación persistente de los tubos bronquiales que produce el estrechamiento de las vías respiratorias, exceso de moco y tos crónica. La causa principal suele ser el consumo de tabaco o la exposición prolongada a contaminantes del aire. El tratamiento podría incluir antibióticos y un corticosteroide oral.

2. Goteo posnasal

La nariz es el guardiana de los pulmones, y como tal, está expuesta a virus, alergias, partículas de polvo y productos químicos. Todos estos agentes pueden irritar sus membranas, produciendo una sustancia mucosa que es más delgada, acuosa y líquida que el moco normal. El goteo nasal se puede ir hacia la garganta y provocar la tos persistente.

Cómo tratarla

Muchos ensayos y recopilaciones de estudios encontraron que el goteo posnasal sería la causa principal de la tos persistente. El mejor tratamiento puede ser tomar descongestionantes o antihistamínicos, también funciona inhalar el vapor de la ducha o al hervir agua caliente, o hacer una irrigación nasal.

3. Asma

La sibilancia, el exceso de mocos, la falta de aliento y la tos son los síntomas clásicos del asma. Sin embargo, existe el asma variante, afección cuyo único síntoma es la tos persistente y seca provocada por la exposición a los alérgenos, el polvo o el aire frío. Para confirmar que esta es la causa de la tos crónica, se deben hacer pruebas de función pulmonar.

Cómo tratarla

En caso de que el diagnóstico de asma sea positivo, el médico te recetará un aerosol broncodilatador como el albuterol (Proventil o Ventolin) y, dependiendo de las características particulares de tu caso, un esteroide inhalado.

4. Reflujo

Puede sonarte extraño, pero la enfermedad por reflujo gastroesofágico puede causar tos sin sibilancias y sin producir acidez estomacal. El reflujo se produce cuando el contenido del estómago se desplaza hacia el esófago, en lugar de ir al interior de los intestinos. El ácido puede irritar los nervios en el esófago, desencadenando el reflejo de la tos.

5. Inhibidores de la ECA

Los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (IECA), como enalapril o lisinopril, se usan con éxito en el tratamiento de la hipertensión arterial y la insuficiencia cardíaca. Pero, en el 20% de los pacientes que los usan producen un efecto secundario: tos persistente. Un especialista será quien pueda decidir el mejor abordaje para esta causa.

Fuente Holadoctor.com