El gobierno de Donald Trump bloqueó el martes un testimonio clave en la investigación de juicio político del Congreso estadounidense, en una nueva escalada en la confrontación entre los demócratas que controlan la Cámara baja y el Ejecutivo republicano.

El Departamento de Estado impidió la comparecencia del embajador de Estados Unidos ante la Unión Europea, Gordon Sondland, una decisión defendida por el propio Trump, que calificó el proceso legislativo con miras a su destitución de «tribunal de opereta».



«Me encantaría enviar al embajador Sondland, un hombre realmente bueno y un gran estadounidense, para que dé su testimonio, pero desafortunadamente estaría testificando ante un tribunal de opereta totalmente parcial», tuiteó el presidente.



Trump es acusado de intentar obtener ayuda de Ucrania para conseguir información incriminatoria sobre el exvicepresidente demócrata Joe Biden, el candidato mejor posicionado para disputarle la reelección el año próximo. En Estados Unidos, solicitar ayuda extranjera en una elección es ilegal, se ofrezcan incentivos o no.

La orden a Sondland de no testificar, comunicada apenas horas antes de la reunión con los legisladores, sólo contribuye al argumento de que la Casa Blanca está obstaculizando el proceso para determinar si Trump cometió delitos impugnables, dijeron los legisladores que lideran la pesquisa.

«Consideramos que esta interferencia es una obstrucción de la investigación de juicio político», señalaron en un comunicado, al anunciar que ahora citarán formalmente a Sondland para que brinde su testimonio y proporcione documentos.

Desde que la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, lanzó formalmente el 24 de septiembre los procedimientos de juicio político, los legisladores han emitido múltiples citaciones exigiendo la entrega de archivos sobre el caso ucraniano, entre ellas al jefe de la diplomacia Mike Pompeo, a la Casa Blanca y al Pentágono.

Pero el gobierno de Trump se ha resistido a colaborar, acusando a los demócratas de querer perjudicar al mandatario antes de las presidenciales de noviembre de 2020.

Los demócratas, empero, han señalado que obstruir a la justicia fue una de las tres razones invocadas en el proceso de destitución de Richard Nixon en 1974, antes de que el presidente republicano terminara renunciando.

– Contraofensiva en el Senado –

Sondland, un rico empresario hotelero e importante donante de la campaña y la ceremonia de investidura de Trump, había aceptado voluntariamente dar su testimonio en la Cámara de Representantes.

El embajador viajó especialmente desde Bruselas para esta comparecencia, pero su abogado, Robert Luskin, dijo que esta madrugada desde el Departamento de Estado se le ordenó «no comparecer».

«El embajador Sondland espera que los problemas (…) que impiden su testimonio se resuelvan rápidamente. Él está listo para testificar a corto plazo, siempre y cuando se le permita», dijo Lusikin en una declaración a la prensa.

Sondland es uno de los diplomáticos estadounidenses que participó en una cadena de mensajes de texto entregados al Congreso la semana pasada por el exenviado especial de Estados Unidos para Ucrania Kurt Volker.

Los intercambios, que también incluyen al abogado personal de Trump, Rudy Giuliani, y a un asistente presidencial ucraniano, dejaron en evidencia los esfuerzos de Washington para presionar a Kiev para que investigara a Biden y su hijo Hunter por presunta corrupción en negocios en Ucrania.

En los mensajes se discute una eventual reunión en la Casa Blanca entre Trump y el flamante presidente ucraniano Volodimir Zelenski a cambio de examinar posibles irregularidades de los Biden. También parece supeditarse a ese favor la entrega de ayuda militar estadounidense.

«Sabemos que el embajador Sondland ha sido un actor clave en el esfuerzo por lograr el compromiso de Ucrania de investigar una teoría de conspiración falaz con respecto a las elecciones (presidenciales) de 2016, así como a Joe Biden y su hijo», dijo Adam Schiff, uno de los tres legisladores demócratas que conducen la pesquisa de juicio político.

Los republicanos que respaldan el llamado la semana pasada de Trump para que Ucrania, y también China, abran investigaciones sobre los Biden con el pretexto de erradicar la corrupción, lanzaron por su parte una contraofensiva en el Senado, en el cual son mayoría.

Lindsey Graham, un gran aliado de Trump en la Cámara alta, anunció su intención de invitar a Giuliani a testificar sobre presuntos casos de «corrupción» en Ucrania.

«Estoy cansado de escuchar solo un lado de la historia. Ahora es el momento de dar voz a todo lo de Ucrania», tuiteó Graham.