El parlamento italiano aprobó anoche una enmienda al presupuesto del 2020 que legaliza finalmente la producción y venta de cannabis «light» o liviano después de meses de incertidumbre para los agricultores y comerciantes de ese producto de moda en Italia.

La enmienda establece que ese tipo de cannabis, con una presencia de tetrahidrocannabinol (THC, principal sustancia activa con efectos psicotrópicos) de menos de 0,5%, puede venderse libremente en estancos y tiendas especializadas a partir del 1 de enero.

La única condición es que se respete el límite de THC.

En diciembre de 2016 Italia aprobó la producción y venta de canapa (cáñamo) industrial, que contiene bajos niveles de THC.

Pero esa ley, sin querer, dejó espacio para que los empresarios pudieran vender cannabis con bajo contenido de THC, conocida como C-light.

Dos años después, en mayo del 2018, el entonces ministro del Interior, Matteo Salvini, líder de la derechista Liga, lanzó una cruzada contra la proliferación de tiendas que venden cannabis liviano, que se había desatado tras la ley aprobada.

El Tribunal de Casación confirmó posteriormente que la venta y el cultivo de cannabis era ilegal. Sin embargo el mismo tribunal pidió verificar a los jueces si la sustancia en cuestión tenía efectos estupefacientes y recordó que el Parlamento puede intervenir sobre el tema respetando los principios de la Constitución.

Con la enmienda introducida el jueves se cierra la polémica y se evita una crisis en el sector que se había disparado con al menos 2.800 tiendas y cerca 10.000 empleos nuevos, la mayoría jóvenes.

«Es el final de una pesadilla: después de la caza de brujas desatada por Salvini, tuve que despedir a 10 personas y perdí el 68% de mi facturación», contó al diario La Stampa Luca Fiorentino, fundador de la empresa Cannabidiol Distribution.

Fiorentino asegura que un estudio de la Universidad de Nueva York demostró que la venta legal de cannabis liviano redujo las ganancias de los narcotraficantes de al menos 200 millones de euros.

La Unión de Agricultores italianos, Coldiretti, considera que la medida es «apropiada» y que la tierra cultivada con cannabis en Italia pasó de 400 hectáreas en 2013 a 4.000 hectáreas en 2018, cultivos que además aplican las reglas para el respeto del medio ambiente.