Nueva YorkEstados Unidos. A tres semanas de su juicio por agresión sexual, el exproductor cinematográfico Harvey Weinstein desató la ira de decenas de sus presuntas víctimas al afirmar en una inusual entrevista que el mundo se había olvidado de que él había promovido a las mujeres en Hollywood.

En una entrevista este fin de semana con el New York Post, que dio desde su habitación del hospital donde fue operado de la espalda, Weinstein afirmó ser uno de los pioneros de la promoción de la mujer en la industria del cine estadounidense, la misma de donde surgieron decenas de denuncias contra él de acoso y agresión sexual.



«Hice más películas dirigidas por mujeres y sobre mujeres que ningún otro realizador cinematográfico, y hablo de 30 años atrás», declaró Weinstein. «No estoy hablando de ahora, que es una moda. ¡Yo lo hice primero! ¡Yo fui el pionero!».

«Me siento como el hombre olvidado», lanzó el confundador de Miramax, que se convertiría en el estudio independiente más poderoso del mundo en la década de 1990, con películas como «Shakespeare enamorado», «Pulp Fiction» o «Good Will Hunting».



«Dice que no quiere que lo olvidemos, bueno, no lo haremos», reaccionaron 23 mujeres que afirman haber sido acosadas o agredidas sexualmente por el exmagnate del cine, en un texto conjunto publicado por el movimiento por la igualdad de género Time’s Up.

«La gente lo recordará como un depredador sexual y un agresor despiadado que se llevó todo y no merece nada», escribieron las actrices Rosanna Arquette, Ashley Judd y Rose McGowan, entre otras, que se convirtieron en símbolos de la lucha contra Weinstein.

«Será recordado por la voluntad colectiva de innumerables mujeres que se pusieron de pie y dijeron ‘Basta'», agregaron.

– «Mejor sería callarse» –

Para Douglas Wigdor, un abogado que representa a dos de las presuntas víctimas, su historial cinematográfico «quedó, justamente, destruido por sus horribles actos, su incapacidad total para aceptar sus responsabilidades y sus acciones para obligar a las sobrevivientes a aceptar un acuerdo de indemnización inadecuado e irrisorio».

Weinstein, quien dice cuestionar cualquier forma de acoso y sostiene que las relaciones de las que se le acusa fueron todas consensuadas, cerró la semana pasada un acuerdo de principio con decenas de presuntas víctimas. 

La transacción, que aún no ha recibido el visto bueno de un juez, prevé 25 millones de dólares en daños y perjuicios para estas mujeres, muchas de las cuales lo habían demandado ante la justicia.

Weinstein no tendrá que pagar nada de su bolsillo. La cancelación de la suma será responsabilidad de las aseguradoras de Weinstein Company, su antiguo estudio, así como los costes por las demandas civiles. 

El acuerdo indignó a parte de la opinión pública, al igual que el monto, considerado demasiado bajo.

Sin embargo el acuerdo no afecta al caso penal, que estará sometido a un juicio que promete ser emblemático en Nueva York, a partir del 6 de enero.

A poco de que se inicie, Weinstein también parece haber buscado mostrar, a través de esta entrevista con el New York Post, su padecimiento a causa de la espalda, cuando muchos lo han acusado de fingir un deterioro de su salud para incidir en la opinión pública y el jurado. 

Fue operado el jueves después de haber sufrido un accidente automovilístico en agosto, pero aseguró que estaría recuperado a tiempo para la apertura del juicio.

Bajo el título «Whine Stein» en la portada de este lunes, un juego de palabras entre Weinstein y «whine», que significa lloriquear, el New York Post ironizó sobre el mensaje del exproductor.

«Esa entrevista fue horrible», dijo Joseph Cabosky, profesor de relaciones públicas en la escuela de periodismo de la Universidad de Carolina del Norte. 

«Tienes derecho a dar tu versión de las cosas», afirmó. «Pero si el mejor escenario es que dé la impresión de ser un imbécil que parece no haber entendido nada pero puede ser inocente, lo mejor sería callarse». 

«Hoy», declaró a la cadena ABC la abogada Gloria Allred, experta en acoso sexual, «cualquier intento de restaurar su reputación o ganar simpatía solo sirve para hacer reaccionar a muchas de las presuntas víctimas del señor Weinstein».