El presidente estadounidense, Donald Trump, se quejó este miércoles de que las medidas contra el nuevo coronavirus le impidan tocarse la cara.

El mandatario republicano se reunió en la Casa Blanca con ejecutivos de aerolíneas y funcionarios de la administración para abordar las medidas sanitarias tomadas para frenar la epidemia de COVID-19.



Los ejecutivos explicaron que habían mejorado sus operaciones de limpieza en los aviones comerciales.



Luego Deborah Birx, la coordinador de la Casa Blanca en la lucha contra el coronavirus, recordó que era de «sentido común lavarse las manos y no tocarse la cara».

Tras lo que Trump, un conocido germófobo, bromeó: «¡Llevo semanas sin tocarme la cara! ¡Semanas! ¡Lo echo de menos!».