China acusó indirectamente este viernes a Donald Trump de «echar la culpa» a Pekín después de que el presidente de Estados Unidos dijera que el mundo pagará un «alto precio» por la lentitud inicial de las autoridades chinas para informar sobre el nuevo coronavirus.
La epidemia de la enfermedad del COVID-19, que fue detectada en la ciudad china de Wuhan (centro) en diciembre, afecta actualmente a más de 230.000 personas en 158 países y territorios, según un recuento de la AFP.
«Habría ido mucho mejor si nos hubiéramos enterado de todo esto unos meses antes, esto podría haberse contenido en una región de China de donde salió», declaró el jueves Donald Trump.
«El mundo paga un alto precio por lo que hicieron», añadió durante una rueda de prensa en la Casa Blanca.
Las autoridades chinas fueron criticadas inicialmente por la falta de transparencia y lentitud para reaccionar ante la propagación del virus.
Pero China tomó luego medidas drásticas de confinamiento de su población, que sirvieron para reducir los contagios en el país. Las infecciones sin embargo se han ido multiplicando de forma exponencial en el resto del mundo.
«Algunas personas en Estados Unidos intentan empañar el trabajo de China contra la epidemia y echar la culpa a China», dijo el viernes Geng Shuang, un portavoz del ministerio chino de Relaciones Exteriores.
«Esta actitud ignora los grandes sacrificios del pueblo chino para proteger la salud y la seguridad de la humanidad», agregó.
Geng Shuang aseguró que las autoridades chinas empezaron a partir del 3 de enero a informar a Estados Unidos de la situación epidémica y desde entonces «mantuvieron una estrecha comunicación».
El funcionario chino también puso de relieve la actitud contradictoria de Trump, que en numerosas ocasiones felicitó a China por su transparencia y sus informaciones.