El gobernador de Florida, Ron DeSantis, se manifestó contrario este lunes a que las personas a bordo del «Zaandam» y el «Rotterdam», incluyendo cuatro muertos y decenas con síntomas de coronavirus, «sean desechadas» en su jurisdicción, mientras ambos cruceros surcan el Caribe rumbo a Fort Lauderdale, en el sur del estado estadounidense.
«Hemos hecho un gran trabajo habilitando espacio en los hospitales (…) y particularmente en el sur de Florida instalamos hospitales de campaña en caso de que tengamos un aumento» de casos de covid-19, dijo DeSantis en una entrevista al canal Fox News.
«No podemos permitirnos que personas que ni siquiera son de Florida sean desechadas aquí al sur de Florida para que usen nuestros valiosos recursos», añadió.
El «Zaandam» y su buque asistente «Rotterdam» cruzaron el lunes por la mañana el Canal de Panamá con rumbo incierto, luego de que el alcalde de Fort Lauderdale, Dean Trantalis, manifestara su rechazo a acogerlos en el puerto, como estaba previsto originalmente en la ruta del crucero holandés.
El «Zaandam» transporta cuatro fallecidos y 180 personas con síntomas similares al coronavirus (73 pasajeros y 116 tripulantes), según reportes de la línea de cruceros Holland America.
El domingo, 797 pasajeros aparentemente sanos del «Zaandam» fueron transportados al «Rotterdam», otro crucero de Holland que zarpó de San Diego, en el sur de Estados Unidos, para asistir en altamar al primer barco con suministros, personal y kits de prueba del nuevo coronavirus.
Actualmente hay en total 1.442 personas en el «Rotterdam» y 1.048 en el «Zaandam».
El «Zaandam» zarpó de Buenos Aires el 7 de marzo, con unas 1.800 personas a bordo, hacia San Antonio, en la costa central de Chile.
Sin embargo, se vio obligado a alterar su recorrido ante las medidas drásticas que tomaron los gobiernos sudamericanos por la expansión del coronavirus. El crucero holandés intentó atracar en varios puertos, pero se topó con cierres de fronteras por la pandemia.
El crucero tenía previsto terminar su ruta en Fort Lauderdale, 50 km al norte de Miami, el 7 de abril.
«Cuatro personas están ahora muertas, y eso está en la conciencia de todas las personas que a lo largo del camino nos rechazaron», dijo a la AFP en Panamá la estadounidense Laura Gabaroni, una de las personas transportadas al «Rotterdam».