Al menos 4.500 millones de personas en 110 países o territorios del mundo están obligadas o incitadas a confinarse en sus casas para luchar contra la COVID-19, según un recuento realizado el viernes a partir de una base de datos de la AFP.

Esta cifra representa a cerca de seis humanos de cada diez de la población mundial, que la ONU estima en 7.790 millones de personas en 2020.



La provincia china de Hubei y su capital, Wuhan, origen de la epidemia, fueron las primeras en confinarse, a finales de enero.

Y mientras esos territorios van recuperando su vida normal de forma progresiva tras dos meses y medio de aislamiento, las mismas medidas de confinamiento que aplicaron se extendieron por el mundo en las últimas semanas, de forma rápidamente progresiva.



Más de 500 millones de personas se veían afectadas por este tipo de restricciones el 18 de marzo, más de 1.000 millones el 23, más de 2.000 millones un día después y más de 3.000 millones el 25 de marzo.

Este viernes, son al menos 4.500 millones de personas las que deben permanecer en sus casas. La mayoría -al menos 2.930 millones de habitantes de 66 países y territorios- estaban obligados a hacerlo.

Ninguna región del mundo escapa a este tipo de medida: Europa (Reino Unido, Francia, Italia, España…), Asia (India, Nepal, Sri Lanka…), Oriente Medio (Irak, Jordania, Líbano, Israel…), África (Sudáfrica, Marruecos, Madagascar, Ruanda…), América (Colombia, Argentina, Perú, gran parte de Estados Unidos…) y Oceanía (Nueva Zelanda).

Malaui y el Estado de Jartum, en Sudán, se sumarán a estos países o regiones desde el sábado.

En la mayoría de los casos sigue siendo posible salir del domicilio para ir a trabajar, comprar productos de primera necesidad o recibir atención médica.

Otros territorios (al menos 15, en los que viven 1.030 millones de habitantes) instaron a su población a quedarse en casa, pero sin tomar medidas coercitivas. Es el caso de México, de gran parte de Brasil, de Japón, Irán, Alemania, Suiza, Canadá y Uganda.

Al menos otros 25 países y territorios (donde residen unos 500 millones de habitantes) pusieron en marcha toques de queda y prohibieron los desplazamientos a última hora de la tarde y por la noche.

La medida fue ampliamente adoptada en África (Egipto, Kenia, Costa de Marfil, Burkina Faso, Malí, Senegal, Sierra Leona, Mauritania, Gabón) y en América Latina (Chile, Guatemala, Ecuador, República Dominicana, Panamá, Puerto Rico).

En otras partes del mundo, como Tailandia, Serbia o Kuwait, también se instauraron toques de queda.

Por último, al menos cuatro países colocaron en cuarentena a sus principales ciudades, prohibiendo las entradas y salidas de las mismas. Es el caso de Kinshasa (República Democrática del Congo), Almaty y Nursultán (Kazajistán) o Bakú (Azerbaiyán)

Igual que Wuhan, epicentro de la epidemia que levantó las medidas de confinamiento el 8 de abril (salvo varios barrios), algunos territorios empiezan a preparar el levantamiento del confinamiento, especialmente en Europa.

La República checa prevé un levantamiento progresivo de la medida a partir del lunes, Suiza a partir del 27 de abril, Italia a partir del 4 de mayo y Francia desde el 11 de mayo.