El presidente Donald Trump va a firmar este miércoles el decreto que prohíbe la inmigración legal para proteger a sus trabajadores frente al desempleo gigantesco provocado por la pandemia, que ya mató a más de 177.000 personas y podría generar una «catástrofe humanitaria», según la ONU.

Al mismo tiempo, y cuando varios países se preparan para levantar poco a poco las medidas de confinamiento con el fin de reactivar las economías paralizadas, los expertos advierten de los riesgos y de los efectos devastadores que podría generar una segunda ola del coronavirus.



La pandemia está provocando ya gravísimos daños económicos que el apoyo de gobiernos e instituciones multilaterales no consigue paliar.

Naciones Unidas teme que pueda duplicar el número de personas que padecen hambre en el mundo, a unos 265 millones este año, según cifras del Programa Mundial de Alimentación (PMA) de la ONU, lo cual sería «una catástrofe humanitaria».



En Estados Unidos, donde 22 millones de personas han perdido sus trabajos en esta crisis, el presidente Donald Trump ha decidido suspender la inmigración legal permanente durante al menos dos meses para proteger a la mano de obra local.

«Firmaré hoy (miércoles) el decreto que prohíbe la inmigración en nuestro país», aseguró el mandatario en un tuit.

La medida no afectará a las visas de trabajo temporal y sí a las «green card», documento que da al beneficiario la residencia permanente.

«Sería injusto que los estadounidenses sean reemplazados por mano de obra venida del extranjero», dijo Trump.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) advirtió de la «peor crisis internacional desde la Segunda Guerra Mundial» para el mundo del trabajo, en un contexto en que el confinamiento de la población, que frena las economías.

La pandemia «podría doblar la tasa de desempleo europeo en los próximos meses», apunta la consultora estadounidense McKinsey.

– Una segunda ola –

Robert Redfield, director de los Centros Estadounidenses para la Prevención y Control de Enfermedades (CDC), consideró además que «el retorno del virus el próximo invierno» provoque una situación más difícil que la que se está viviendo e instó a la población a extremar las precauciones.

«Tendremos la epidemia de gripe y la epidemia de coronavirus al mismo tiempo», previó en una entrevista en el Washington Post.

La pandemia dejó más de 177.000 muertos en el mundo desde que apareció en China en diciembre, dos tercios de ellos en Europa, según un balance establecido por la AFP con fuentes oficiales. En total se diagnosticaron más de 2,5 millones de casos en 193 países y territorios.

Estados Unidos es el país más afectado, con más de 45.000 fallecidos y más de 825.000 casos. Le siguen Italia (24.648 muertos), España (21.717), Francia (20.796) y Reino Unido (17.337).

Al menos 4.500 millones de personas en 110 países o territorios viven confinados o obligados a limitar sus movimientos, es decir el 58% de la población mundial.

En Europa, donde el coronavirus mató a más de 110.000 personas, según las últimas cifras del miércoles, la mayoría de países observan un confinamiento más o menos estricto.

Países como Alemania, Austria, Noruega o Dinamarca empezaron a levantar parte de las medidas de confinamiento, pero manteniendo el distanciamiento social.

«Ir demasiado deprisa [en el desconfinamiento] sería un error», dijo la canciller Angela Merkel.

Alemania autorizó además los primeros ensayos clínicos, con tests voluntarios, de una vacuna contra el nuevo coronavirus desarrollada por la firma alemana Biontech y el gigante estadounidense Pfizer.

Tanto Italia como Francia preparan para los primeros días de mayo un desconfinamiento progresivo con muchas precauciones.

España, que aplica uno de los confinamientos más estrictos de Europa, desea prorrogarlo hasta el 9 de mayo.

Este miércoles, el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, anunció que fija para «la segunda mitad de mayo» la «desescalada» de las estrictas medidas de confinamiento vigentes desde el 14 de marzo.

Sánchez subrayó que el levantamiento de las restricciones debe de ser «lento y gradual, precisamente porque tiene que ser seguro».

A partir del domingo, el gobierno español permitirá que los niños puedan salir a dar breves paseos, en sintonía con lo que ocurre en otros países europeos, una exigencia que se había ido incrementado en los últimos días.

– Contracción histórica del PIB en América Latina –

En América Latina, donde ya hay más de 5.600 muertos y más de 113.000 contagios, la pandemia podría provocar la peor contracción económica de la historia de la región, con una caída del Producto Interior Bruto (PIB) de 5,3% en 2020, según las previsiones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

En Ecuador, la ciudad de Guayaquil sigue concentrando más de la mitad de los 1.400 contagios registrados en el país, donde murieron 520 personas.

Desde su precaria vivienda que comparte con dos personas más, Maoli Plaza, de 29 años y embarazada de nueve meses, no sabe si le falta el aire por la angustia o por el coronavirus que le diagnosticaron hace unos días.

«No sé cómo está la bebé. Digo, Dios mío, que llegue alguien y diga ‘terminó esto'», dice a la AFP.

En Brasil, las autoridades sanitarias realizaron el martes en Brasilia la primera prueba en masa para diagnosticar coronavirus, con un total de 100.000 tests previstos en la capital brasileña. En total, Brasil superó los 40.000 casos y las 2.500 muertes por la pandemia.

Otros países de la región toman medidas contra la pandemia, como México, que elevó el martes el nivel de alerta sanitaria ante el aumento de contagios, reforzando el distanciamiento social. El gobierno anunció un total de 9.501 casos positivos y 857 muertos por el virus.

Panamá empezó por su parte a instalar cámaras térmicas en el metro para detectar posibles infecciones.

– El petróleo sigue cayendo –

Víctima del freno mundial de la economía, el petróleo cayó de nuevo este miércoles.

El Brent del Mar del Norte cayó en Asia más de un 12%, a menos de 17 dólares el barril, mientras que el crudo estadounidense WTI  se estabilizaba tras haber caído en terreno negativo esta semana por primera vez en su historia.

En Estados Unidos, el primer productor mundial de petróleo pero con costes de extracción elevados, la caída del barril pone en peligro al sector y Donald Trump anunció un plan de rescate.

Como muestra de los cambios que vive el mundo debido a la pandemia, Egipto, que normalmente recibe importantes ayudas estadounidenses, envió el martes por avión a Estados Unidos material médico, incluyendo 200.000 máscaras y 48.000 protecciones para zapatos.