El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, ordenó este lunes sellar las celdas de las prisiones para evitar que los internos puedan comunicarse, luego de que el país viviera un violento fin de semana que el mandatario atribuye a las principales pandillas del país, la Mara Salvatrucha-13 y las dos facciones de Barrio 18.

«De ahora en adelante, todas las celdas de pandilleros en nuestro país, permanecerán selladas. Ya no se podrá ver hacia afuera de la celda», escribió Bukele en su cuenta de Twitter. Al tapar la visibilidad, los internos no podrán comunicarse con señas hacia el pasillo, según advirtió el mandatario. «Estarán adentro, en lo oscuro, con sus amigos de la otra pandilla», tuiteó.



Con cerca de 60 asesinatos registrados el pasado fin de semana, Bukele ordenó «mano dura» para combatir a las pandillas en el país, una estrategia que ha sido criticada por organismos de derechos humanos.

El mandatario salvadoreño dijo que seguirán capturando a los cabecillas de las pandillas en las calles y que, en caso de que un pandillero oponga resistencia, «será abatido con fuerza proporcional y posiblemente letal» por la fuerza pública.

«Dejen de matar inmediatamente o los que pagarán las consecuencias serán ustedes mismos y sus homeboys (compinches)», tuiteó Bukele, junto con un video de presuntos integrantes del Barrio 18 Sureños que aseguran haber bajado los homicidios a cambio de un trato digno a los internos.

De acuerdo con el director general de Centros Penales de El Salvador, Osiris Luna, las órdenes de asesinatos ocurridos el fin de semana habrían sido dictadas por los pandilleros desde los centros penitenciarios.

«Emergencia máxima»
El domingo, el mandatario centroamericano se comprometió a que su Gobierno apoyaría la «defensa legal de quienes sean injustamente acusados por defender la vida de la gente honrada», en referencia a las posibles denuncias de violaciones a los derechos humanos en contra de uniformados.

Además, Bukele decretó «emergencia máxima» en las cárceles de El Salvador, lo que significa que los internos no podrán salir de las celdas.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) expresó su preocupación por las medidas anunciadas por el Gobierno salvadoreño, señalando que «ponen en riesgo» los derechos de las personas privadas de su libertad.

En su cuenta de Twitter, el organismo de derechos humanos hizo un llamado al Ejecutivo para que garantice la vida e integridad de los internos.

En El Salvador, uno de los países más violentos del mundo, marzo de 2020 cerró con la cifra más baja de homicidios de la que se tiene registro. Según la Policía Nacional Civil (PNC), se cometieron 65 asesinatos, en una nación que durante la última década promedió 325 cada mes.