Las películas basadas en hechos reales son sin dudas mis favoritas, pero no todas necesariamente se pueden clasificar como una joya cinematográfica. Es precisamente esta película estrenada el 19 de junio por Netflix una de ellas, la cual está en el top 10 de la plataforma para el mercado dominicano.

Ambientada en los años 90’, bajo la dirección del francés Olivier Assayas, con diálogos en inglés y español (y un poco de ruso), la misma fue rodada entre las islas Canarias y Cuba.



El error de la película es precisamente eso, que es una película. Sus personajes y acontecimientos son tan interesantes que 2 horas no son suficientes, y el director Assayas no nos da tiempo de conocer la historia y sus personajes con el tiempo necesario. Habría sido genial que fuera una miniserie de 8 ó 10 capítulos y posiblemente habríamos tenido una de las mejores historias llevada a la pantalla chica, en este caso al streaming.



Nunca he sido amante de las actuaciones de la española Penélope Cruz, pero su casi perfecto acento cubano es uno de los elementos más acertados de la producción de esta película, por lo que en esta ocasión me quito el sombrero ante tan acertado esfuerzo actoral.

Buenas actuaciones, guion ligeramente débil, algunos elementos no necesarios a usar como el cliché de videos de Fidel Castro, y la rapidez en que se quiere mostrar tantos elementos atractivos que realmente pasaron pero la película interrumpe por falta de tiempo. Mi puntuación final para La Red Avispa es de un 55%.

La película debutó en el Festival de cine de Venecia en septiembre del año pasado, pero tuvo problemas de financiamiento. Netflix adquirió a principios de este año sus derechos de distribución.

Sinopsis:

La Habana, principios de los 90. René González, piloto cubano, roba un avión y huye de Cuba, dejando atrás a su amada esposa e hija. Comienza una nueva vida en Miami. Otros desertores cubanos pronto le siguen e inician una red de espionaje. Su misión es infiltrarse en organizaciones anticastristas violentas, responsables de ataques terroristas en la isla.